Las autoridades iraníes deben permitir inmediatamente el acceso sin trabas de equipos de observación internacionales a las prisiones de Irán para investigar el terrible uso de fuerza ilegítima realizado el 15 de octubre por las fuerzas de seguridad en la prisión de Evín, en Teherán, y para proteger a los presos y las presas de nuevos homicidios ilegítimos, torturas y otros malos tratos. Este mortal incidente, el más reciente hasta la fecha, pone una vez más de relieve la urgente necesidad de abordar, mediante un mecanismo independiente de investigación, presentación de informes y rendición de cuentas.