Cinco defensores de los derechos humanos indígenas (de la etnia orang asli) y dos periodistas fueron detenidos arbitrariamente por el Departamento Forestal el 23 de enero tras las protestas pacíficas contra unas licencias de explotación maderera concedidas por las autoridades locales. Todos han quedado en libertad, pero se teme que continúen las medidas represivas.