Resumen
Miles de personas eritreas seguían huyendo del país, aunque las autoridades restringían severamente el derecho a abandonarlo. Seguía imponiéndose el servicio nacional obligatorio indefinido. Se mantenían las restricciones al derecho a la libertad de expresión y de religión. La detención arbitraria sin cargos ni juicio seguía siendo la norma para miles de presos y presas de conciencia. Se negaba a miles de personas el derecho a un nivel de vida adecuado.
Situación de la pena de muerte
Abolicionista en la práctica
Retiene la pena de muerte en la legislación, pero lleva al menos 10 años sin llevar a cabo ejecuciones.
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Catherine Mgendi
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