El próximo Secretario o Secretaria-General de las Naciones Unidas heredará una considerable lista de retos en materia de derechos humanos y deberá abordar urgentemente la capacidad de sus instituciones para proteger y promover estos derechos a escala mundial. Es de una importancia capital que quien ocupe el puesto ponga los derechos humanos en el centro de la agenda de Naciones Unidas.