En California hay más de 3.000 presos recluidos en módulos de aislamiento de máxima seguridad conocidos como unidades especiales de seguridad (Security Housing Units, SHU); allí permanecen confinados en celdas dobles o individuales durante un mínimo de 22 horas y media diarias, sin poder trabajar ni acceder a programas significativos de reinserción ni a ningún tipo de actividades en grupo. Más de 1.000 internos ocupan este tipo de unidades en la Prisión Estatal de Pelican Bay, un centro situado en un lugar remoto y en el que la mayoría de los presos ocupan celdas individuales sin ventanas al exterior ni acceso directo a luz natural.