La decisión del Tribunal Supremo saudí de confirmar las condenas de muerte impuestas a 14 hombres tras un juicio colectivo manifiestamente injusto es un preocupante recordatorio de la mortífera campaña de represión de la disidencia llevada a cabo en el país, ha afirmado hoy Amnistía Internacional. Declarados culpables de delitos relacionados con la protesta, los hombres se enfrentan ahora a su ejecución inminente.
“Al confirmar estas condenas, las autoridades saudíes han demostrado su despiadado compromiso con el uso de la pena de muerte como arma para aplastar la disidencia y neutralizar a los opositores políticos”, ha dicho Samah Hadid, directora de Campañas para Oriente Medio de Amnistía Internacional.
“Lo único que se interpone ya entre ellos y su ejecución es la firma del rey Salman. Debe anular de inmediato estas sentencias de muerte, resultantes de un simulacro de juicio que infringe abiertamente las normas internacionales sobre juicios justos.”
Al menos 66 personas han sido ejecutadas en Arabia Saudí desde principios de 2017, incluidas 26 sólo en las últimas tres semanas, lo que supone más de una ejecución al día.
Hussein al Rabi, Abdullah al Tureif, Hussein al Mosallem, Mohamed al Naser, Mustafa al Darwish, Fadel Labbad, Said al Sakafi, Salman al Qureish, Mujtaba al Suweyket, Munir al Adam, Abdullah al Asreeh, Ahmad al Darwish, Abdulaziz al Sahwi y Ahmad al Rabi fueron trasladados de Dammam, en la Provincia Oriental de Arabia Saudí, a Riad, la capital del país, el 15 de julio de 2017 sin previo aviso.
Una vez confirmadas las condenas por el Tribunal Supremo, los 14 corren peligro de ser ejecutados en cuanto el rey las ratifique. Debido al secreto que envuelve el proceso judicial en Arabia Saudí, las familias reciben muy poca información, o ninguna, sobre el estado actual de la causa, y normalmente desconocen la fecha prevista de ejecución de sus seres queridos.
Ayer, las familias de los 14 hombres supieron que se habían confirmado las condenas tras ponerse en contacto con el Tribunal Penal Especializado, y temen que las ejecuciones sean inminentes. Inicialmente, los 14 fueron condenados a muerte el 1 de junio de 2016 en Riad, tras un juicio colectivo manifiestamente injusto ante el Tribunal Penal Especializadoen el que fueron declarados culpables de diversos cargos, entre ellos “rebelión armada contra el gobernante” por medios como “participación en tiroteos contra personal de seguridad”, “preparación y utilización de cócteles Molotov”, “robo y atraco a mano armada” e “incitación al caos organizando disturbios y participando en ellos”.
Hay documentación judicial según la cual los 14 hombres dijeron al tribunal que habían sido sometidos a detención prolonga da previa al juicio, así como a tortura y otros malos tratos durante su interrogatorio con objeto de obtener de ellos “confesiones”; sin embargo, el juez no ordenó llevar a cabo investigaciones sobre sus denuncias de malos tratos Parece que el Tribunal Penal Especializado basó en gran medida su decisión en estas “confesiones” forzadas.
Información complementaria
Desde 2013, Amnistía Internacional viene registrando un preocupante aumento de las condenas a muerte impuestas a disidentes políticos en Arabia Saudí, incluida la minoría musulmana chií.
Amnistía Internacional supo también el 23 de julio de 2017 que la Sala de Apelaciones del Tribunal Penal Especializado ha confirmado las condenas de muerte impuestas a 15 hombres acusados de espiar para Irán y la causa ha sido remitida al Tribunal Supremo el 20 julio de 2017. Los hombres fueron inicialmente condenados a muerte el 6 de diciembre de 2016.
Amnistía Internacional ha documentado los casos de al menos 34 miembros de la comunidad chií de Arabia Saudí —que representa entre un 10% y un 15% de la población del país— condenados a muerte actualmente. Todos fueron acusados de actividades consideradas peligrosas para la seguridad nacional.