Nicaragua margina a comunidades locales en su proyecto multimillonario del canal

La manera irresponsable en que Nicaragua está abordando su proyecto multimillonario para construir un canal que partirá en dos el país provocará el desplazamiento de decenas de miles de personas al poner en peligro sus medios de subsistencia; así lo ha manifestado Amnistía Internacional tras el recurso presentado ante la máxima autoridad judicial del país por los dirigentes de tres comunidades indígenas y afrodescendientes afectadas del Territorio Rama y Kriol.

“Es indignante que Nicaragua se proponga seguir adelante con un megaproyecto que destruirá la vida de muchas comunidades sin tener siquiera en cuenta su opinión”, ha afirmado Erika Guevara, directora del Programa de Amnistía Internacional para América.

Comerciar con los derechos humanos fundamentales de las personas por dinero no sólo es moralmente reprobable, sino también ilegal.

Erika Guevara-Rosas, directora del Programa de Amnistía Internacional para América

“Comerciar con los derechos humanos fundamentales de las personas por dinero no sólo es moralmente reprobable, sino también ilegal. Las autoridades nicaragüenses deben asegurarse de escuchar a los colectivos más afectados por la construcción del canal y tener en cuenta sus opiniones a la hora de tomar decisiones.”

El Gran Canal Interoceánico de Nicaragua atravesará el país centroamericano de costa a costa para conectar los océanos Atlántico y Pacífico. El 52% de esta ruta afectará a las comunidades indígenas y afrodescendientes del Territorio Rama y Kriol, según el recurso presentado el 5 de febrero.  La construcción del canal ha sido adjudicada a la empresa de inversión Hong Kong Nicaragua Canal Development.

Algunas de las comunidades que viven en la zona donde está prevista su construcción se han quejado de que no han sido debidamente consultadas por las autoridades sobre las consecuencias de este proyecto para sus medios de vida. En el recurso, dirigentes de las comunidades indígenas y afrodescendientes del Territorio Rama y Kriol manifiestan que autoridades estatales han presionado a las comunidades para que den su consentimiento al proyecto. A pesar de las peticiones de información de las comunidades, hasta la fecha no han sido informadas con detalle sobre los efectos del canal en sus medios de vida, su territorio y su cultura.