Photo: A coalition of armed forces led by Saudi Arabia has been launching airstrikes on various regions of Yemen since last week. © FAYEZ NURELDINE/AFP/Getty Images
En medio de los ataques aéreos en curso contra Yemen, hay cada vez más pruebas de que la coalición militar que lidera Arabia Saudí no está adoptando precauciones para prevenir muertes de civiles, ha declarado Amnistía Internacional al mismo tiempo que confirmaba que entre las 14 personas que murieron quemadas en nuevos ataques esta madrugada hay al menos seis civiles, cuatro de ellos menores.
Los ataques, realizados alrededor de las 2 de la madrugada en la gobernación de Ibb, estaban dirigidos aparentemente contra un control huzi y contra suministros de combustible en la carretera de Yareem a Dhammar. Entre los fallecidos hay cuatro menores y dos mujeres, así como ocho hombres, aunque se desconoce si había combatientes entre ellos. Al menos 31 personas más fueron hospitalizadas con quemaduras y heridas de metralla.
Después de varios días de bombardeos a menudo intensos en varias zonas de Yemen, es cada vez más evidente que la coalición que encabeza Arabia Saudí está cerrando los ojos ante las muertes de civiles y el sufrimiento causado a éstos por su intervención militar
Said Boumedouha, director adjunto del Programa Regional para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional
“Después de varios días de bombardeos a menudo intensos en varias zonas de Yemen, es cada vez más evidente que la coalición que encabeza Arabia Saudí está cerrando los ojos ante las muertes de civiles y el sufrimiento causado a éstos por su intervención militar”, afirmó Said Boumedouha, director adjunto del Programa Regional para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional.
“El derecho humanitario internacional exige que todas las partes del conflicto adopten todas las precauciones posibles para evitar causar daños a la población civil en las hostilidades.”
Las precauciones incluyen dar aviso con la debida antelación y por medios eficaces de los ataques que podrían poner en peligro a la población civil, cancelar o suspender un ataque si queda claro que podría causar excesivas víctimas civiles o daños a éstos, y elegir medios y métodos de ataque que reduzcan al mínimo los riesgos para los civiles y los bienes de carácter civil.
En los ataques aéreos contra la gobernación de Ibb fueron destruidas dos gasolineras. Según el propietario de una de ellas, en la zona de al Kadima de al Kita, murieron varios pasajeros de un coche que había parado para repostar y un trabajador de la gasolinera resultó herido. Amnistía Internacional no ha podido comprobar si hubo víctimas en la otra gasolinera.
Un tercer ataque, aparentemente dirigido a un camión de transporte de combustible en tránsito, provocó un incendio en al menos tres viviendas civiles de un núcleo de unas 30-40 casas.
El doctor Hamood al Jihafi, del hospital de Yareem, dijo a Amnistía Internacional que los muertos y heridos llegaron tras sufrir terribles quemaduras y heridas de metralla.
Campo y mercado alcanzados en ataques aéreos
Los ataques contra Ibb se han producido al día siguiente de que 29 civiles, entre los que había varios menores, murieran en ataques aéreos contra un puente en el campo de al Mazraq para personas desplazadas internas el 30 de marzo en Saada, en el norte de Yemen, cerca de la frontera con Arabia Saudí. Por otra parte, el mercado al Kitaf, próximo a la base militar del mismo nombre, fue atacado el 27 de marzo; murieron 20 personas, tres de ellas menores, y 16 resultaron heridas.
Las agencias humanitarias, incluidos UNICEF y Médicos Sin Fronteras, han condenado el ataque contra al Mazraq y han pedido a todas las partes del conflicto armado de Yemen que respeten la neutralidad de las instalaciones médicas y del personal médico, y que permitan el acceso sin trabas de los heridos a la asistencia médica.
Se han recibido informes contradictorios sobre la presunta presencia de combatientes huzis cerca del campo, pero incluso de ser cierto, no justificaría un ataque contra una zona civil densamente poblada.
Todas las fuerzas deben evitar desplegar o situar objetivos militares o combatientes dentro de zonas densamente pobladas o cerca de ellas. Sin embargo, la presunta presencia de combatientes cerca de bienes de carácter civil, como campos para desplazados, no significa que las partes del conflicto puedan olvidar su obligación de reducir al mínimo los daños a la población civil
Said Boumedouha
“Todas las fuerzas deben evitar desplegar o situar objetivos militares o combatientes dentro de zonas densamente pobladas o cerca de ellas. Sin embargo, la presunta presencia de combatientes cerca de bienes de carácter civil, como campos para desplazados, no significa que las partes del conflicto puedan olvidar su obligación de reducir al mínimo los daños a la población civil”, concluyó Said Boumedouha.