El asesinato de Steven Sotloff no es más que ‘la punta del iceberg’ de los crímenes de guerra del Estado Islámico en Siria e Irak

La decapitación del periodista estadounidense Steven Sotloff por militantes del Estado Islámico es el último de la serie de crímenes de guerra que están cometiendo los grupos armados por toda Siria e Irak, ha manifestado hoy Amnistía Internacional.

En un video publicado ayer por un grupo armado autodenominado Estado Islámico (IE) aparecía Steven Sotloff, secuestrado en el norte de Siria en agosto de 2013, a quien mataban del mismo modo en que lo hicieron el mes pasado con el también periodista freelance estadounidense James Foley.

“La ejecución de Steven Sotloff es un crimen de guerra, y forma parte de la constante de horribles atrocidades que está cometiendo el Estado Islámico en los últimos meses”, manifestó Philip Luther, director del programa de Amnistía Internacional sobre Oriente Medio y Norte de África.

“El mundo ha condenado justamente las brutales muertes de Steven Sotloff y James Foley. Estos homicidios injustificables, sin embargo, no son más que ‘la punta del iceberg’ de los abusos que está cometiendo el Estado Islámico en Siria e Irak.”

El homicidio de Sotloff, cuya “autenticidad” han confirmado hoy autoridades estadounidenses, es el último de la serie de homicidios sumarios perpetrados este año en la región por el Estado Islámico de centenares, si no miles, de personas más. 

Entre las víctimas hay personas que pertenecen a comunidades étnicas y religiosas minoritarias, soldados y policías, así como otros periodistas.

El 24 de agosto de 2014, el Estado Islámico capturó y mató a unos 150 soldados del ejército regular sirio tras hacerse con el control de la base aérea de Tabqa, al noreste de Siria.

También este año, el Estado Islámico ha dado muerte en lugares públicos a decenas más de personas sirias, entre ellas niños y niñas, por toda una variedad de “crímenes”.

En Irak, varios centenares de soldados gubernamentales hechos prisioneros fueron ejecutados sumariamente en Tikrit tras capturar el Estado Islámico la ciudad en junio de 2014.

El Estado Islámico también ha llevado a cabo ejecuciones sumarias selectivas de personas pertenecientes a minorías étnicas y religiosas, como las de centenares (como poco) de yazidíes de la región de Sinjar en agosto de 2014, algunas en forma de matanzas masivas. 

“El homicidio de estos dos periodistas estadounidenses en las últimas semanas no hace sino intensificar la urgencia de que se garantice la liberación de quienes todavía siguen rehenes del Estado Islámico”, declaró Philip Luther.

“También hay que intensificar los esfuerzos para que se haga justicia con los centenares más de víctimas de los crímenes del Estado Islámico, y para proteger a los grupos minoritarios, que son los que más peligro corren de ser objeto de sus ataques.”

En el informe titulado Ethnic cleansing on a historic scale: the Islamic State’s systematic targeting of minorities in northern Iraq (“Limpieza étnica de magnitud histórica: La persecución sistemática de minorías por parte del Estado Islámico en el norte de Irak”), hecho público esta semana por Amnistía Internacional, se describe la campaña sistemática de limpieza étnica emprendida por el Estado Islámico en el norte de Irak.

En el informe se documentan crímenes de guerra dirigidos específicamente contra minorías étnicas y religiosas, entre ellos ejecuciones sumarias multitudinarias y secuestros en masa.

Entre las minorías étnicas y religiosas perseguidas en el norte de Irak figuran, además de los yazidíes, los cristianos asirios, los chiíes turcomanos, los chiíes chabaquíes, los kakaíes y los mandeos (o sabeos). 

También en el norte de Irak han sido objeto de persecución multitud de personas de origen árabe suní sospechosas, fundada o infundadamente, de oponerse al Estado Islámico.