Las autoridades moldavas deben garantizar que la histórica Marcha del Orgullo celebrada ayer en Chisinau, capital de Moldavia, sea la “primera de muchas”, y la primera de una serie de medidas para luchar contra la discriminación homófoba, ha manifestado en el día de hoy Amnistía Internacional.Aproximadamente un centenar de personas participaron en la Marcha del Orgullo de personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales (LGBTI), el primer evento de este tipo que tiene lugar en Moldavia.La marcha, organizada por Gender-Doc Moldavia, ONG nacional que se ocupa de asuntos relacionados con el colectivo LGBTI, acabó antes de tiempo a causa de amenazas lanzadas por personas contrarias a la marcha.”Hoy es un día memorable para los derechos del colectivo LGBTI en Moldavia. Ahora las autoridades deben mostrar públicamente su apoyo a las Marchas del Orgullo y permitir que ésta sea la primera de muchas marchas de este tipo”, ha declarado David Diaz-Jogeix, director adjunto del Programa para Europa y Asia Central de Amnistía Internacional. “La manera inesperada como ha acabado la marcha demuestra que aún queda mucho por hacer en la lucha contra la discriminación en Moldavia. Si se permite que el movimiento LGBTI prospere, se conseguirá una sociedad más tolerante.”La Marcha, celebrada el domingo, transcurrió sin incidentes, pero se vio interrumpida cuando personas contrarias al evento averiguaron dónde estaba teniendo lugar.Antes de la Marcha, un obispo ortodoxo de la ciudad de Bălţi hizo un llamamiento a sacerdotes, veteranos de la guerra de Afganistán y habitantes de Chisinau para que se opusiesen al evento.Aproximadamente un millar de contramanifestantes se reunieron el domingo en el centro de la ciudad para protestar contra la Marcha y la Ley para Garantizar la Igualdad -ley contra la discriminación que entró en vigor en enero-.Amnistía Internacional ha pedido a las autoridades moldavas que modifiquen la ley para poner freno a la discriminación por motivos de orientación sexual e identidad de género en todos los ámbitos de la vida.La discriminación por motivos de orientación sexual se prohíbe de manera expresa únicamente en el ámbito del empleo, mientras que la legislación no prohíbe explícitamente la discriminación por motivos de identidad de género.”Las autoridades deben reconocer públicamente la gravedad de la discriminación contra el colectivo LGBTI, así como la necesidad de actuar de manera coordinada a fin de abordarlo, lo que supone condenar todo comentario homófobo formulado por miembros de la clase política y la opinión pública”, ha señalado David Diaz-Jogeix.Los organizadores tuvieron que cambiar el lugar de la marcha tres días antes de la celebración por temor a que se produjesen contramanifestaciones. La ruta definitiva se acordó finalmente el sábado ante la advertencia de la policía de que existían riesgos para la seguridad. En marzo del año pasado las administraciones locales de Bălţi, las localidades de Chetriş y Hiliuţi, distrito de Făleşti, y el distrito de Anenii Noi adoptaron medidas claramente discriminatorias a fin de prohibir toda promoción de los derechos del colectivo LGBTI. Sólo un ayuntamiento revocó su decisión tras la intervención del Defensor del Pueblo.El 12 de junio, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos falló que la prohibición de una manifestación LGBTI en Chisinau en mayo de 2005 había violado el derecho a la libertad de reunión, así como el derecho a no sufrir discriminación.