Amnistía Moldavia ha obtenido seis galardones este año en los prestigiosos premios “Los mejores proyectos de televisión” por su serie de doce documentales sobre los derechos humanos emitida en la televisión nacional a partir del mes de marzo de 2014.

“Moldavia es un país de herencia soviética. La investigación sobre derechos humanos muestra que éstos no son bien entendidos y que la gente no es consciente de sus derechos o que nosaben cómo reaccionar cuando éstos son violados.” Según Violeta del equipo de comunicación y relaciones públicas, ” hemos conseguido ajustarnos a las necesidades de las personas ofreciendo documentales prácticos que les dan las herramientas para luchar contra quienes perpetren estas violaciones, rellenando así su falta de conocimiento sobre los derechos humanos”.
Se trata de un buen modelo para promover los derechos humanos ya que las películas son convincentes, genuinas y se alejan de sentimentalismos o falsedades, al contrario de lo que podemos ver demasiado a menudo en otros ejemplos de los medios de comunicación
Ion Bunduchi, miembro del jurado por ‘Los mejores proyectos de televisión’
Ejemplos de la vida real
Las películas sobre los derchos humanos crean conciencia al respecto presentando tanto testimonios reales como consejos prácticos por parte de expertos y funcionarios de derechos humanos para entender mejor cómo reaccionar cuando nos encontremos ante una violación de dichos derechos.
Cada episodio se basa en los principios establecidos en la Declaración Universal por los Derechos Humanos. El primer episodio versa sobre la tortura y el trato degradante y fue emitido a finales del mes de marzo de 2014 para conmemorar el quinto aniversario de la protesta del 7 de abril de 2009 en la que más de un centenar de personas fueron detenidas y algunas incluso torturadas por protestar contra lo que consideraban elecciones fraudulentas. El duodécimo y último capítulo se emitirá el 26 de marzo 2014. Todos los episodios ya emitidos están disponibles en la página web de Amnistía Moldavia.
Cumpliendo con las expectativas del espectador
Preparándose para el trabajo, Amnistía investigó qué áreas de los derechos humanos podrían ser más relevantes en el contexto nacional moldavo. Cristina Pereteatcu, directora ejecutiva de Amnistía Moldavia, encabeza este proyecto y cree firmemente que el éxito de los documentales se debe a la correcta evaluación de las necesidades de la población moldava en lo que respecta a entender los derechos humanos.
La clave del éxito de la serie se basa en su habilidad para aportar información compleja de una forma simple. Cristina explica que los episodios se basan en historias del país, hablan de esas personas cuyos derechos están siendo violados y sus testimonios se acompañan de explicaciones de funcionarios y expertos de los derechos humanos en los que se explica paso por paso cómo han de reclamarse dichos derechos. La serie ha de ser considerada como una guía de los derechos humanos que no impone opinión personal alguna sobre ningún hecho o actuación si no que informa al público sobre la relación entre los titulares de derechos y el estado de forma clara y concreta.
La serie de episodios emitidos el últimos jueves de cada mes a las 22:20 tienen una duración de 25 minutos. Cada programa se emite de nuevo una dos o tres veces posteriormente.
Para llegar a una audiencia nacional
Hasta ahora, el trabajo educativo de Amnistía Moldavia se ha centrado en implementar programas en los colegios, principalmente para concienciar a los jóvenes. Por el contrario, la serie documental pretende incluir al resto de la población en la protección de los derechos humanos.
El Canal Nacional Público, quien emite la serie, llega a todo el territorio nacional, haciendo que el programa sea accesible en las regiones rurales. Aquí las personas tienen diferentes niveles educativos, menor acceso a internet y, como resultado, suelen estar menos concienciados sobre temas de derechos humanos.
Las encuestas afirman que la televisión y iglesia son las dos instituciones más fidedignas en el país y la televisión nacional se encuentra entre los canales que más confianza genera. “El año pasado, el canal público quedó segundo en el ranking general nacional pero primero en las regiones rurales. La población rural es a quien principalmente se dirige nuestra serie, pues las personas allí tienen menos acceso a información y medios de comunicación”, afirma Violeta.

Una evaluación positiva
Violeta y Cristina han recibido un gran feedback por el trabajo realizado, y Amnistía Moldavia ha recibido un número de cartas positivas agradeciéndoles su labor y animándoles tanto de la red de Amnistía como de los telespectadores. Tras la emisión de los primeros episodios, algunas personas incluso se acercaron a las oficinas para pedir los vídeos, dar las gracias o felicitarles por su trabajo.
El reconocimiento oficial llegó el diez de diciembre 2014 cuando Amnistía Moldavia obtuvo seis premios en total, en competición con otros 49 trabajos. Ganaron dos primeros premios, uno por su documental sobre el derecho a unas condiciones dignas dentro de prisión y otros por el que versa sobre las condiciones mínimas para vivir. Obtuvieron asimismo dos terceros premios por sus documentales sobre voluntariado y discriminación y dos menciones especiales del jurado por su trabajo por la libertad de expresión y su trabajo por el derecho a la democracia.
En Moldavia estos premios gozan de prestigio y respeto, especialmente entre los periodistas. Ion Bunduchi, miembro del jurado, explica lo siguiente: “obtuvimos la mayor puntuación por dichos trabajos porque versan directamente sobre asuntos realmente acuciantes y al presentarlos de la forma en la que lo hacen, aumentan sus posibilidades de solución. Además, el trabajo se ha llevado a cabo de forma muy profesional, la información proviene de historias reales, con datos concluyentes, y cumplen con los estándares profesionales. Se trata de un buen modelo para promover los derechos humanos ya que las películas son convincentes, genuinas y se alejan de sentimentalismos o falsedades, al contrario de lo que podemos ver demasiado a menudo en otros ejemplos de los medios de comunicación.”
La idea del proyecto surgió hace dos años y medio, cuando el canal público se puso en contacto con organizaciones no gubernamentales para producir programas educativos para su canal, a lo que Amnistía respondió.
Cada episodio necesita aproximadamente más de un mes de pre- producción, un mes de producción y unas cuantas semanas de post-producción. Esta experiencia ha permitido que Amnistía Moldavia gane visibilidad en el país. En el momento en el que se escribe este artículo, la serie ha reunido a más de 800.000 telespectadores, obtenido un crecimiento semanal casi constante.
El último episodio, y el más visto, sobre el derecho a la educación fue emitido el 26 de diciembre y reunió a 140.466 espectadores (hay que tener en cuenta que la población total de Moldavia es de 3,56 millones).

Habrá mas?
Tanto el canal como los productores están encantados con el éxito y se está debatiendo otra serie de doce episodios: “este documental es un enfoque fresco con respecto a los conceptos editoriales y gráficos, como ha constatado el público y el mundo de la televisión. Se trata de una colaboración eficiente que pretendemos continuar”, Mircea Surdu, Director de la televisión pública.