Omán no debe encarcelar a periodistas por “insultos”

Amnistía Internacional ha instado a las autoridades de Omán a que anulen la declaración de culpabilidad de dos periodistas y su fuente después de que un tribunal de apelación confirmase la semana pasada el fallo de culpabilidad contra los tres por “insultar” al ministro de Justicia del país.El pasado mes de septiembre, el periodista Yusef al-Haj, del diario Azzamn, y el redactor jefe del diario, Ibrahim al-Maamary, así como Haroon al-Muqaibli, empleado del Ministerio de Justicia, fueron condenados a cinco meses de prisión en relación con un artículo sobre presunta corrupción en el Ministerio de Justicia.El 31 de diciembre, un tribunal de apelación de la capital, Muscat, confirmó las condenas, junto con una orden judicial de cierre durante un mes de Azzamn.Los cargos se basan en un artículo de Yusef al-Haj en el que éste afirmaba que su fuente, Haroon al-Muqaibli, había sido víctima de la corrupción del Ministerio de Justicia, al percibir durante cinco años un salario inferior al de sus colegas de igual categoría y serle negado el que le correspondía pese a sus reiteradas quejas.“Silenciar Azzamn y encarcelar a sus trabajadores por publicar información de interés público tendrá efectos negativos para todos los periodistas de Omán”, declaró Hassiba Hadj Sahraoui, directora adjunta del Programa para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional.“Estas condenas deben anularse, y debe permitirse que el diario continúe su labor sin temor a ser suspendido.”Según la sentencia del tribunal de apelación, las condenas son condicionales, aunque no están claros los detalles.Yusef al-Haj ha declarado hoy a Amnistía Internacional que los procesados creían que las condenas condicionales eran como “una espada que pendía sobre su cuello”.“Lo ocurrido en este caso es una señal y un indicador que confirman que en el sultanato [de Omán] no existe la libertad de expresión y que continúan las restricciones a que están sometidos periodistas y periódicos”, prosiguió Yusef al-Haj.“Sean cuales sean los medios que se aplican, todos terminan menoscabando la libertad de prensa y la libertad de expresión.”Los tres procesados tienen intención de recurrir ante el Tribunal Supremo de Omán.“Encarcelar a unos periodistas y a su fuente basándose únicamente en su labor informativa les convertiría en presos de conciencia, y Amnistía Internacional pediría a las autoridades de Omán su libertad inmediata e incondicional como tales”, afirmó Hassiba Hadj Sahraoui.El 28 de diciembre, Azzamn publicó una disculpa al ministro de Justicia, pero después de la confirmación del fallo de culpabilidad, el diario hizo pública otra declaración en la que expresaba su “conmoción” ante la nueva sentencia judicial.“La condena es injusta y la disculpa del periódico no significa que el caso [de Haroon al-Muqaibli] no fuera cierto”, declaró Yusef al-Haj a Amnistía Internacional.Azzamn ha pedido que un comité independiente estudie el caso debido a la preocupación que suscita la independencia de las decisiones judiciales cuando éstas afectan al Ministerio de Justicia.Las autoridades omaníes siguen manteniendo restricciones estrictas sobre la libertad de expresión y de reunión. En los últimos años, éstas han afectado a varios blogueros y periodistas que han criticado al gobierno, algunos de los cuales han sido incluso detenidos.Hasta Omán llegaron las protestas a favor de la reforma en 2011, cuando miles de manifestantes tomaron las calles para exigir mejores condiciones de vida, que se pusiera fin a la corrupción y más libertad de expresión.En febrero y marzo de 2011, el jefe de Estado omaní, el sultán Qaboos, accedió a algunas peticiones, incluidas la creación de más puestos de trabajo, el aumento de las prestaciones de desempleo y el cese de varios ministros de su gobierno.