El 14 de septiembre, el presidente estadounidense, Barack Obama, prorrogó el embargo comercial que desde hace 47 años viene aplicando la Casa Blanca contra Cuba, perdiendo con ello la oportunidad de mejorar la situación de los derechos humanos de la población de la isla.
Amnistía Internacional ha pedido al presidente Obama que no renueve unas sanciones que restringen el acceso de la población cubana a medicamentos y que están poniendo en peligro la salud de millones de personas.
“El embargo estadounidense contra Cuba es inmoral, y debe levantarse –señaló a principios de septiembre Irene Khan, secretaria general de Amnistía Internacional–. Está impidiendo a millones de cubanos beneficiarse de medicinas y equipo médico esenciales para su salud.”
En una declaración, el señor Obama manifestó que la Ley de Comercio con el Enemigo, que contempla el embargo comercial, se prorrogaba pensando en el interés nacional de Estados Unidos. Se trata de una medida con gran carga simbólica, ya que la decisión final de poner fin al embargo es competencia del Congreso.
Según datos de Naciones Unidas, la imposibilidad de Cuba de importar productos nutricionales para su consumo en escuelas, hospitales y centros de atención de día contribuye a que se den unos altos índices de anemia por deficiencia de hierro. Según UNICEF, en 2007 este problema afectaba al 37,5 por ciento de los menores de tres años en Cuba.
La salud de niños y niñas peligra también por la decisión de unos proveedores estadounidenses de jeringas de cancelar un pedido de tres millones de jeringas desechables realizado en 2007 por la Alianza Global por la Vacunación y la Inmunización (GAVI) –uno de cuyos socios es UNICEF– cuando se supo que las unidades estaban destinadas a la aplicación de un programa en Cuba.
Estas situaciones y otras similares han afectado a la puesta en práctica de programas de la ONU para prevenir y combatir el VIH/sida en la isla.
“Aunque la responsabilidad de proporcionar una atención médica adecuada recae principalmente en las autoridades cubanas, los gobiernos que imponen sanciones como, por ejemplo, el embargo deben prestar especial atención a las repercusiones que esas sanciones pueden tener en la población del país al que se imponen”, manifestó Irene Khan.
Desde que llegó al poder, el presidente Obama ha levantado algunas restricciones para permitir a las personas cubanoamericanas visitar a sus familiares cuando quieran y enviar dinero a casa.
Amnistía Internacional ha pedido a los miembros del Congreso estadounidense que revoquen la legislación que establece el embargo comercial.