El 20 de diciembre de 1999, el Tribunal Supremo de Uzbekistán desestimó la apelación presentada por Arsen Arutyunyan y Danis Sirazhev contra sus respectivas condenas a muerte. Aunque ahora apelarán ante el Presidium del Tribunal Supremo de Uzbekistán, Amnistía Internacional ve con preocupación la posibilidad de que esto signifique que su ejecución se realizará en breve.