Se han reanudado los ahorcamientos en Singapur por delitos relacionados con las drogas, tras la ejecución de Abdul Kahar bin Othman el 30 de marzo y del ciudadano malasio Nagaenthran Dharmalingam el 29 de abril, mientras que una tercera ejecución se aplazó el 28 de abril. Las ejecuciones del ciudadano malasio Kalwant Singh y de otro hombre están previstas para el 7 de julio. Los dos fueron declarados culpables y condenados preceptivamente a muerte por tráfico de drogas, en contra de lo establecido por el derecho y las normas internacionales.