En las últimas semanas, la policía ha detenido al menos a 21 operarios de fábricas de confección y activistas sindicales tras violentas protestas en las calles y en los alrededores de la capital de Bangladesh, Dacca. Estas personas se encuentran en peligro de sufrir torturas u otros malos tratos. Algunos trabajadores y activistas se han escondido, mientras que otros afirman que ellos o sus familiares han recibido amenazas de muerte por parte de las fuerzas de seguridad.