Centenares de personas detenidas durante manifestaciones en Siria han sido puestas ya en libertad, unas individualmente, en meses anteriores, y otras tras una “amnistía general” concedida el 31 de mayo. No obstante, continúan practicándose detenciones a diario, y cientos de personas se encuentran recluidas en régimen de incomunicación, expuestas por ello a sufrir tortura y otros malos tratos.