El homicidio de civiles es ya algo habitual en Somalia

(Nairobi) Amnistía Internacional ha publicado hoy, 6 de mayo de 2008, un innovador informe que revela la grave crisis humanitaria y de derechos humanos que sufre la población en Somalia.     El informe contiene testimonios directos de decenas de supervivientes traumatizados del conflicto, que sacan a la luz los abusos y violaciones de derechos humanos de que han sido objeto a manos de una compleja mezcla de agentes, a saber, las tropas etíopes y del Gobierno Federal de Transición por un lado, y los grupos armados, por el otro.      “En Somalia, la población sufre homicidios, violaciones y torturas; los saqueos son un fenómeno generalizado, y se destruyen vecindarios enteros”, ha manifestado en Nairobi Michelle Kagari, subdirectora del Programa Regional para África de Amnistía Internacional.    Según han descrito a Amnistía Internacional algunos testigos, las tropas etíopes se dedican cada vez más a lo que localmente se conoce como “masacrar”  o “matar como a cabras”, es decir, a degollar. Es frecuente que las víctimas de estos homicidios queden tiradas en la calle, en medio de un charco de sangre, hasta que los combatientes armados, incluidos los francotiradores, se retiran de la zona y sus familiares pueden recoger los cadáveres.     Se han dado casos como el de una niña de 15 años que encontró a su padre degollado al volver de la escuela tras haber pasado por el vecindario las fuerzas de seguridad etíopes.     Otros casos descritos en el informe son:

Haboon, mujer de 56 años de Mogadiscio, contó que las tropas etíopes violaron a la hija de su vecina, de 17 años. Cuando sus hermanos, de 13 y 14 años, intentaron defenderla, los soldados los golpearon y les sacaron los ojos con una bayoneta. La madre huyó. Se ignora que les ocurrió a los muchachos. La niña está en coma a causa de las lesiones que sufrió durante la agresión.  Qorran, otra mujer de 56 años de Mogadiscio, explicó que un día, cuando su familia se había ido ya a dormir, salió a buscar carbón. Estando ella fuera, dispararon contra la casa una granada propulsada por cohete que la destruyó totalmente. La mujer contó: “Cuando volví no encontré la casa”. Su esposo y sus hijos murieron en el ataque. Ella dijo a Amnistía Internacional: “Si el dolor va a matar a alguien es a mí”. Guled, de 32 años, contó que “masacraron” a sus vecinos. Vio tirados en la calle muchos cadáveres de hombres degollados. A algunos les habían cortado los testículos. También vio a mujeres. A una de ellas, una vecina suya recién casada, la violaron más de 20 soldados etíopes una día en que su esposo no estaba en casa.  

“Los testimonios que recibimos indican convincentemente que todas las partes en el conflicto de Somalia han cometido crímenes de guerra y, posiblemente, crímenes de lesa humanidad –ha señalado Kagari-. Pero no se hace rendir cuentas a nadie.”     “La situación de los derechos humanos y humanitaria empeora día a día en Somalia. Este informe da voz a los somalíes de a pie, que piden a la comunidad internacional que tome medidas para poner fin a las agresiones de que son objeto, incluidas las cometidas por las fuerzas etíopes y del Gobierno Federal de Transición, que reciben apoyo internacional”.    La seguridad es inexistente en muchas partes de Mogadiscio, y la población entera de la ciudad está marcada por las atroces violaciones de derechos humanos y del derecho internacional humanitario que ha presenciado o sufrido.    “Dondequiera que vayan, no hay seguridad para los civiles. Los que huyen de la violencia en Mogadiscio son atacados en el camino, y los que tienen la suerte de llegar a un asentamiento o un campo de acogida sufren allí más violencia y terribles condiciones de vida.”    Como gobierno reconocido de Somalia, el Gobierno Federal de Transición es el principal encargado de la protección de los derechos humanos de la población somalí. Sin embargo, el ejército etíope, que está jugando un papel principal al respaldarlo, también tiene que hacerse cargo de ella.    “Los ataques contra civiles que llevan a cabo todas las partes deben acabar de inmediato. Asimismo, la comunidad internacional debe asumir su propia responsabilidad por no ejercer presión constante sobre el Gobierno Federal de Transición y el gobierno etíope para que impidan a sus fuerzas armadas cometer violaciones atroces de derechos humanos.”    Amnistía Internacional ha instado a que se refuerce la capacidad de la Oficina Política de las Naciones Unidas para Somalia y a que se asigne a la AMISOM y a toda misión de la ONU para el mantenimiento de la paz que la suceda el mandado de proteger a los civiles y se le añada un fuerte componente de derechos humanos con capacidad para investigar las violaciones de derechos humanos.    Entre otras recomendaciones, la organización ha pedido también que se refuerce el embargo de armas de la ONU a Somalia.    Nota para la prensa

Hay un millón de somalíes desplazados internamente, centenares de miles son refugiados y unos 6.000 civiles murieron en ataques el año pasado. Los periodistas temen cada día por su vida y huyen del país en gran número.    La fuerza de “apoyo a la paz” en Somalia de la Unión Africana (AMISOM) no tiene el mandato ni la capacidad necesarios para proteger a los civiles.    Ha habido 13 conferencias de paz fallidas sobre este conflicto, que es una de crisis de derrumbamiento del Estado más largas del mundo.    Si desean más información o concertar una entrevista, pónganse en contacto con Eliane Drakopoulos, encargada de prensa de Amnistía Internacional para África, llamando al teléfono móvil +44 7778 472 109