Egipto: Llamamiento contra la ejecución de hombre un acusado de asesinato

Amnistía Internacional ha hecho un llamamiento personal y urgente al presidente egipcio, Hosni Mubarak, para que impida la ejecución de un hombre declarado culpable equivocadamente, se cree, de un asesinato, por el que el pasado miércoles fue ejecutada ya una mujer.

La organización teme que Atef Rohyum Abd El Al Rohyum sea ahorcado en cualquier momento, pues ha sido trasladado ya de la prisión de Al Qeta, en Giza, a la de Isti’naf, en El Cairo, que es donde se llevan a cabo las ejecuciones.

Jihan Mohammed Ali, que fue declarada también culpable de asesinato en la misma causa, fue ejecutada en la prisión de Al Kanater, en el noreste de El Cairo, el 10 de marzo, sin que se avisara previamente a su familia de ello.

“Pende de un hilo la vida de un hombre, y hay serias razones para creer que fue declarado culpable equivocadamente”, ha manifestado Malcolm Smart, director del programa de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África.

“Pedimos al presidente Mubarak que, en ejercicio de las atribuciones del poder ejecutivo para conceder un indulto, salve la vida de este hombre e impida así que se cometa una injusticia inaceptable y evitable.”

Atef Rohyum Abd El Al Rohyum y Jihan Mohammed Ali fueron declarados culpables del asesinato del esposo de ésta, cometido en enero de 2004.

Un tribunal de El Cairo condenó a ambos a muerte el 17 de julio de 2005, y la condena se confirmó posteriormente en apelación y se hizo definitiva el 2 de febrero de 2009.

Sin embargo, cuando estaba en la prisión de Al Kanater, Jihan afirmó que había matado a su esposo ella sola y que Atef no había hecho más que ayudarla a trasladar el cadáver. Él solicitó un nuevo juicio en el que se tuviera en cuenta esta nueva prueba, pero no hubo respuesta de las autoridades.

Según informes, tras su detención Atef fue interrogado sin la presencia de un abogado y sufrió, además, tortura y otros malos tratos, pero en el juicio no se llamó a declarar a unas personas que afirmaban haber sido testigos de ello.

El año pasado aumentó considerablemente el número de condenas de muerte impuestas por los tribunales egipcios, que fue de al menos a 269. Según declaraciones oficiales, en 2008 se llevaron a cabo en Egipto más de 20 ejecuciones y se confirmaron definitivamente unas 26 condenas de muerte más. Las autoridades no revelan jamás cuántas personas hay en espera de su ejecución.  Amnistía Internacional se opone a la pena de muerte en todos los casos, pero le preocupa en particular este, porque no parece que Atef Rohyum Abd El Al Rohyum fuera juzgado con las debidas garantías.

Las condenas definitivas se someten a la consideración del presidente de la República o un representante suyo, que puede ratificarlas o conceder un indulto o la conmutación de la pena. Si se ratifica, la condena de muerte puede ser ejecutada a los 14 días.