Julio César Pineda Alvarado y su familia han recibido tres nuevas amenazas telefónicas desde que regresaron a su casa cerca de San Pedro Sula. Estas amenazas se producen después de un atentado fallido perpetrado contra la vida del periodista el 26 de abril del 2000. Amnistía Internacional siente preocupación por la seguridad de Julio César Pineda y de su familia, ya que las autoridades no han investigado de forma efectiva el atentado original, y eso significa que sus autores siguen estando libres para llevar a cabo más amenazas y ataques.
