Emiratos Árabes Unidos: No a farsa de justicia contra cinco “culpables” de insultos al presidente

Amnistía Internacional ha instado a las autoridades de los Emiratos Árabes Unidos a que dejen de inmediato en libertad a cinco activistas a quienes el Tribunal Supremo Federal ha declarado hoy culpables en Abu Dabi de insultar a miembros del gobierno.   Nasser bin Ghaith, Fahad Salim Dalk, Hassan Ali al-Khamis y Ahmed Abdul Khaleq han sido condenados a dos años de prisión por un delito de difamación, y Ahmed Mansoor, a tres.   Amnistía Internacional considera a estos cinco activistas emiratíes presos de conciencia.   “El cargo de difamación formulado contra los cinco activistas emiratíes no es un delito común reconocido internacionalmente, y su juicio ha presentado manifiestas irregularidades desde el principio -ha afirmado Hassiba Hadj Sahraoui, directora adjunta de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África-. Se los encarcela simplemente por criticar al presidente de los Emiratos Árabes Unidos.”    “Durante el juicio, misteriosas figuras vinculadas aparentemente al gobierno han orquestado una campaña de vilipendio contra estos cinco activistas, y el colmo ha sido la sentencia dictada hoy contra ellos, tras haber estado arrastrando sus nombres por el barro.”    “Las autoridades de los Emiratos Árabes Unidos deben poner fin a esta farsa de justicia sin más dilación, ordenando que los cinco sean puestos en libertad de inmediato y eliminando todos los ‘antecedentes penales’ a que haya dado lugar esta inexplicable sentencia.”    Los cinco fueron detenidos en abril de 2011. En junio se presentaron oficialmente cargos contra ellos en aplicación de los artículos 176 y 8 del Código Penal del país por “insultar públicamente” al presidente, el vicepresidente y el príncipe heredero emiratíes en un foro de discusión político que las autoridades habían bloqueado en 2010.   Amnistía Internacional y otras organizaciones han recordado reiteradamente a las autoridades que no había razones para presentar cargos contra los cinco activistas y han señalado la existencia de graves irregularidades en su juicio, que no ha cumplido las normas internacionales de justicia procesal mínimas.   Un observador independiente a quien se permitió asistir al juicio en septiembre y octubre determinó que el procesamiento de los cinco activistas emiratíes por expresar sus opiniones violaba el derecho internacional.   Entre las irregularidades del juicio figura también la “prisión preventiva” de los detenidos durante casi dos meses antes de presentar cargos contra ellos, así como la celebración de vistas judiciales en secreto, la admisión en ellas de alegaciones sobre las que el tribunal no tenía competencia y la ausencia de oportunidades efectivas de impugnar los cargos o las pruebas presentados contra los acusados.    En los mensajes presuntamente colgados por los activistas en el sitio web prohibido se criticaba la política del gobierno y a los líderes políticos, lo cual no es más que una forma de ejercer el derecho a la libertad de expresión, protegido por las normas internacionales de derechos humanos.   “Expresar desacuerdo o criticar no es un delito, por lo que las autoridades emiratíes deben garantizar que el Código Penal de los Emiratos Árabes Unidos protege la libertad de expresión de todas las personas, a la vez que prohíben las amenazas e intimidaciones de que son objeto los cinco activistas emiratíes y otras personas que se atreven a decir lo que piensan”, ha señalado Hassiba Hadj Sahraoui.   “Las autoridades de los Emiratos Árabes Unidos deben entender que este procesamiento irregular e injusto empañará la imagen internacional del país y pondrá en tela de juicio que sea tan acogedor y abierto como pretende.”