Al no investigar Lituania el papel que desempeñó en el programa de entregas extraordinarias dirigido por Estados Unidos, una presunta víctima de detención secreta se ha visto obligada a llevar su caso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, ha manifestado Amnistía Internacional hoy.
La demanda, presentada hoy, está basada en denuncias formuladas por Abu Zubaydah, quien afirma que en 2005 fue trasladado a Lituania, donde sufrió tortura en un centro de detención secreta.
En una investigación parlamentaria lituana llevada a cabo en 2009 se determinó que entre 2002 y 2004 se habían creado dos centros de detención secreta de la CIA para llevar allí a personas detenidas. Sin embargo, una investigación nacional sobre estos centros iniciada en enero de 2010 se cerró un año después por motivos nada claros.
“Las autoridades lituanas tienen la obligación de investigar y no les falta capacidad para hacerlo. Sin embargo, parecen también tener miedo de que se sepa la verdad del papel de Lituania en estos terribles abusos”, ha manifestado Julia Hall, experta de Amnistía Internacional en lucha contra el terrorismo y derechos humanos.
“Dejar este caso en manos del Tribunal Europeo es un acto de irresponsabilidad y cobardía”, ha añadido. “Pero no es demasiado tarde para que el gobierno lituano actúe. Debe reabrir la investigación criminal sobre las prisiones secretas con carácter urgente”.
Abu Zubaydah fue capturado en Pakistán in 2002. Sus representantes alegan que entonces fue enviado a Lituania, antes de que lo trasladaran finalmente a Guantánamo, donde se encuentra ahora recluido.
Las autoridades estadounidenses han reconocido públicamente que Abu Zubaydah fue sometido a simulacro de ahogamiento 83 veces, así como a varias otras “técnicas de interrogatorio mejoradas”, durante su detención secreta. Tal como se le aplicaron a Abu Zubaydah, estas técnicas de interrogatorio constituyen tortura.
Estados Unidos afirmó al principio que Abu Zubaydah era miembro clave de Al Qaeda, pero ahora no sostiene ya tal acusación ni tiene intención de imputarle ningún delito.
Amnistía Internacional y la organización con sede en Londres Reprieve presentaron información nueva al fiscal general lituano en septiembre de 2011 con miras a que se reabriera la investigación. En el informe Unlock the Truth in Lithuania: Investigate Secret Prisons Now, Amnistía Internacional sostiene que en la investigación no se tuvieron debidamente en cuenta indicios decisivos y que deben examinarse bien los nuevos datos presentados en el informe.
Sin embargo, la semana pasada el fiscal general lituano anunció que no iba a reabrirse la investigación.