Han trascendido informaciones de una segunda ejecución en Irán, en sólo unos días, de una persona condenada por un delito cometido cuando era menor de edad, lo que revela todo el horror del sistema de justicia de menores del país, que adolece de profundas deficiencias, ha afirmado hoy Amnistía Internacional.
Fatemeh Salbehi, de 23 años, fue ahorcada ayer por un delito que presuntamente cometió cuando tenía 17 años, sólo unos días después de la ejecución por ahorcamiento de Samad Zahabi, por un delito presuntamente cometido cuando también tenía 17 años.
Fatemeh Salbehi fue ahorcada en la prisión de Shiraz, provincia de Fars, pese a que Irán está obligado por la prohibición legal internacional absoluta de ejecutar a personas condenadas por delitos cometidos cuando eran menores y de las graves deficiencias observadas en su juicio y su apelación. Había sido condenada a muerte en mayo de 2010 por el asesinato de su esposo, Hamed Sadeghi, de 30 años, con quien fue obligada a casarse cuando ella tenía 16 años.
Una opinión pericial de la Organización de Medicina del Estado aportada en el juicio reveló que tenía una depresión severa y pensamientos suicidas en las fechas de la muerte de su esposo. Sin embargo, el Tribunal Supremo iraní confirmó la condena a muerte ese mismo año.
“El uso de la pena de muerte es cruel, inhumano y degradante en cualquier circunstancia, pero es absolutamente repulsivo cuando se impone como castigo por un delito cometido por una persona que tenía menos de 18 años, y después de procedimientos judiciales que constituyen una burla de la justicia de menores”, ha afirmado Said Boumedouha, director adjunto del Programa Regional para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional.
Con estas ejecuciones, la judicatura iraní ha puesto de manifiesto una vez más con el mayor descaro su desprecio por los derechos humanos de las personas menores de edad, incluido su derecho a la vida.
Said Boumedouha, director adjunto del Programa Regional para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional
“Con estas ejecuciones, la judicatura iraní ha puesto de manifiesto una vez más con el mayor descaro su desprecio por los derechos humanos de las personas menores de edad, incluido su derecho a la vida. Simplemente no hay palabras para condenar como se merece la continuidad del uso de la pena de muerte en Irán contra personas condenadas por delitos cometidos cuando eran menores de edad.”
La adopción del nuevo Código Penal Islámico en mayo de 2013 hizo albergar esperanzas de que las condenas a muerte impuestas a Fatemeh Salbehi y otros menores condenados a la pena capital se anularían y sus casos se revisarían. El artículo 91 del Código permite a los jueces sustituir la pena de muerte por una pena alternativa si determinan que el menor no comprendió la naturaleza de su delito o sus consecuencias, o si existen dudas sobre su “desarrollo mental y madurez”.
La vista de revisión que se concedió a Fatemeh Salbehi en relación con el artículo 91 adoleció de profundas deficiencias. Duró sólo tres horas y se centró principalmente en si rezó, estudió libros de texto religiosos en la escuela y comprendió que matar a otro ser humano estaba “prohibido por la religión”.
Sobre esta base, el Tribunal Penal Provincial de la provincia de Fars falló en mayo de 2014 que tenía la madurez de una persona adulta y por tanto merecía la condena a muerte. Para llegar a esta indignante conclusión, los jueces no solicitaron la opinión de expertos, aunque carecían de conocimientos y competencia adecuados en materia de psicología infantil.
Esto subraya la importancia de la disposición de la Convención sobre los Derechos del Niño, que es de obligado cumplimiento para Irán, según la cual no podrán imponerse condenas a muerte por delitos cometidos por personas menores de 18 años.
En otro caso terrible hace ocho días, Samad Zahabi, también condenado por un delito cometido cuando era menor, fue ahorcado en secreto en la prisión Dizel Abad de Kermanshah, provincia de Kermanshah, por matar por disparos a otro pastor durante una pelea por quién debía apacentar sus ovejas.
Esta ejecución también se llevó a cabo sin avisar al abogado de Zahabi con 48 horas de antelación, tal como exige la ley. Es aterrador que, según su familia, no tuvieron conocimiento de la ejecución hasta que su madre visitó la prisión el 5 de octubre de 2015.
Samad Zahabi fue condenado a muerte por el Tribunal Penal Provincial de la provincia de Kermanshah en marzo de 2013, aunque durante la investigación y en el juicio dijo que el tiroteo fue accidental y en defensa propia, y fue resultado de una pelea a la que se vio arrastrado en contra de su voluntad.
La Sala 6 del Tribunal Supremo confirmó la condena a muerte en febrero de 2014, pese a que la Fiscalía presentó un escrito en el que solicitaba su anulación en vista de las disposiciones del Código Penal revisado de 2013.
En diciembre de 2014, el Consejo General del Tribunal Supremo de Irán dictó una sentencia innovadora que concedía a todas las personas condenadas por delitos cometidos cuando eran menores el derecho a solicitar la revisión judicial de sus casos basándose en el artículo 91 del Código Penal. Sin embargo, Samad Zahabi nunca fue informado de esta novedad legal que podría haberle salvado la vida.
“Estas últimas ejecuciones de menores arrojan una inmensa duda sobre el compromiso de las autoridades iraníes con la aplicación de las disposiciones del Código Penal Islámico de 2013 con miras a abolir el uso de la pena de muerte contra personas condenadas por delitos cometidos cuando eran menores”, ha afirmado Said Boumedouha.
“Las autoridades iraníes no deben hacerse ilusiones de que podrán eludir el escrutinio internacional hasta que introduzcan una nueva ley que prohíba el uso de la pena de muerte contra cualquier delincuente menor de 18 años.”
Información complementaria:
Está previsto que Irán sea examinado por el Comité de los Derechos del Niño en enero de 2016. El Comité de los Derechos del Niño supervisa la aplicación de la Convención sobre los Derechos del Niño, ratificada por Irán en julio de 1994. Como Estado Parte en la Convención sobre los Derechos del Niño, Irán tiene el compromiso de garantizar que todas las personas menores de 18 años serán tratadas como niños y nunca se les impondrán las mismas penas que a las personas adultas. No obstante, la edad de responsabilidad penal sigue establecida en 9 años lunares para las niñas y 15 años lunares para los niños.
Entre 2005 y 2015, Amnistía Internacional ha recibido informes de al menos 75 ejecuciones de personas condenadas por delitos cometidos cuando eran menores, al menos tres de ellas en 2015. Se cree que más de 160 personas condenadas por delitos cometidos cuando eran menores están actualmente en espera de ejecución en prisiones de todo el país.