Bosnia y Herzegovina.Deben suspenderse los intentos de expulsar a un sirio en peligro de tortura

(Sarajevo, 17 de octubre de 2008) – Amnistía Internacional, el Comité de Helsinki para los Derechos Humanos en Bosnia y Herzegovina y Human Rights Watch han pedido hoy, 17 de octubre, a las autoridades de Bosnia y Herzegovina que no expulsen a Siria a Imad Al Husein (también conocido como Abu Hamza al-Suri).

Las organizaciones afirman que, si es expulsado, corre grave peligro de ser torturado y sufrir otros malos tratos, y que los servicios de inmigración deben dejarlo en libertad inmediatamente.

El 6 de octubre de 2008, las autoridades de Bosnia y Herzegovina detuvieron a Al Husein en Sarajevo y lo recluyeron en el centro de detención de inmigración de Lukavica hasta su posible expulsión a Siria. Según los informes, Al Husein está en huelga de hambre en protesta por su confinamiento y su posible expulsión.

“Las autoridades de Bosnia y Herzegovina deben actuar de acuerdo al Estado de derecho”, ha afirmado Nicola Duckworth, directora del Programa Regional para Europa y Asia Central de Amnistía Internacional. “Cualquier medida que se tome debe ajustarse a las obligaciones internacionales que Bosnia se ha comprometido a respetar”.

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo también ha advertido a Bosnia y Herzegovina de que no expulse a Al Husein antes de que este órgano pueda estudiar su apelación.

Actualmente, Al Husein está detenido sin base legal. El procedimiento de expulsión que se sigue contra él ha quedado anulado hasta que se celebre la vista de su petición de asilo o de permiso de residencia temporal. Dada su situación familiar, hay escaso peligro de que huya, y ha cumplido con su obligación de presentarse regularmente ante la Oficina Estatal de Extranjería de Bosnia y Herzegovina.

“El historial de tortura de Siria contra personas a las que las autoridades consideran islamistas es bien conocido”, ha dicho Ben Ward, director adjunto de la División de Europa y Asia Central de Human Rights Watch. “Bosnia debe detener de inmediato el procedimiento de expulsión ilegal que se sigue contra Imad Al Husein y ponerlo en libertad.”

Las autoridades bosnias tampoco deberían buscar garantías diplomáticas de Siria sobre el posible trato que dispensarían a Al Husein en este país para facilitar su expulsión. Como han reconocido el relator especial de las Naciones Unidas sobre la cuestión de la tortura, el Consejo de Europa y otros órganos internacionales de derechos humanos, las garantías diplomáticas nunca son una salvaguardia eficaz cuando hay un peligro reconocido de tortura o malos tratos.

En los últimos años, Estados Unidos y la Unión Europea han presionado a Bosnia y Herzegovina para que retire la nacionalidad y expulse a personas originarias de países árabes, basándose en que son una posible amenaza terrorista. En 2001, las autoridades bosnias detuvieron a seis ciudadanos bosnios de origen argelino y, a pesar de que el Tribunal Supremo ordenó su puesta en libertad, los transfirieron a las autoridades estadounidenses. Los hombres fueron enviados al centro de detención estadounidense de Guantánamo, en Cuba, donde permanecen recluidos sin cargos.

Posteriormente “los seis argelinos” fueron exonerados por las autoridades bosnias y la Cámara de Derechos Humanos del país halló que su expulsión había violado el Convenio Europeo de Derechos Humanos. Los funcionarios acusados de ordenar el traslado están siendo investigados por los fiscales bosnios por sus presuntas acciones.

“El episodio de ‘los seis argelinos’ fue un claro ejemplo de lo que ocurre cuando otros países envían a Bosnia el mensaje de que los derechos humanos y el Estado de derecho pueden dejarse de lado en nombre de la seguridad nacional”, ha dicho Srdjan Dizdareviæ, presidente del  Comité de Helsinki para los Derechos Humanos en Bosnia y Herzegovina, que ha añadido: “Ese mismo error no debe repetirse ahora”.

Información complementaria Durante la guerra en Bosnia y Herzegovina (1992-1995), Al Husein sirvió en la unidad de los muyaidín (al-Mujahidin) del ejército bosnio, la mayoría de cuyos integrantes eran voluntarios extranjeros de países musulmanes, y posteriormente se hizo ciudadano bosnio por matrimonio. Su naturalización fue revocada sin examen judicial en 2001, basándose en cuestiones de “seguridad nacional” no especificadas. Desde entonces se enfrenta a los intentos de sacarlo del país. No está acusado de ningún delito ni ha sido acusado formalmente de actividades terroristas.

Dos días antes de que Al Husein fuera detenido, el Tribunal Constitucional de Bosnia y Herzegovina anuló la denegación de asilo o permiso de residencia temporal de una instancia judicial inferior. El Constitucional remitió el caso a un tribunal inferior (el Tribunal Estatal de Bosnia y Herzegovina) para que determinara si sacar a Al Husein violaría sus derechos de familia según el Convenio Europeo de Derechos Humanos. La esposa de Al Husein, enferma de cáncer, es ciudadana bosnia, al igual que sus seis hijos.

Human Rights Watch y Amnistía Internacional llevan largo tiempo documentando el uso generalizado de la tortura por parte de los servicios de seguridad sirios, incluidas personas de origen sirio trasladadas desde otros países, como el ciudadano canadiense Maher Arar y el alemán Mohammed Haydar Zammar.

Si desean más información, pónganse en contacto con:

Oficina de prensa de Amnistía Internacional Lydia Aroyo +44 (0) 20 7413 5566, + 44(0) 7778 472126

Comité de Helsinki para los Derechos Humanos en Bosnia y Herzegovina Srðan Dizdareviæ (bosnio/croata/serbio, inglés, francés): +387 33 660 809

Human Rights Watch En Bruselas, Wanda Troszczynska-van Genderen (inglés, polaco, francés, español): +32 473 177 987 (móvil) En Londres, Benjamin Ward (inglés) + 44-796-883-7172 (móvil)