Ante la noticia según la cual el presidente Abdel Fattah al Sisi ha concedido el indulto al activista egipcio-británico Alaa Abdel Fattah y a otros cinco presos, Erika Guevara Rosas, directora general de Investigación, Incidencia, Política y Campañas de Amnistía Internacional, ha declarado:
“El indulto presidencial concedido hoy a Alaa Abdel Fattah, y las perspectivas de que por fin se reúna con su familia son buenas noticias, pero deberían haberse producido mucho antes”.
“Su indulto pone fin a una grave injusticia y atestigua el incansable esfuerzo de sus abogados y su familia, incluida su valiente madre, Laila Soueif, así como de activistas de todo el mundo que durante los últimos seis años han pedido sin descanso su liberación. Esperamos que sea puesto en libertad pronto.
Su indulto pone fin a una grave injusticia y atestigua el incansable esfuerzo de sus abogados y su familia, incluida su valiente madre, Laila Soueif, así como de activistas de todo el mundo que durante los últimos seis años han pedido sin descanso su liberación.
Erika Guevara Rosas, Amnistía Internacional
“Alaa Abdel Fattah es un preso de conciencia perseguido por su activismo pacífico. Su indulto no hará desaparecer el sufrimiento que ha padecido en los seis años que ha estado detenido. Las autoridades egipcias deben ser consecuentes con la decisión de indultarlo tomada hoy y poner en libertad a todas las personas detenidas únicamente por ejercer sus derechos humanos, permitiéndoles reunirse con sus seres queridos.”
Información general:
Alaa Abdel Fattah, activista, escritor y desarrollador de software egipcio-británico, alcanzó notoriedad durante la revolución egipcia de 2011, y las autoridades de este país lo han atacado reiteradamente por su activismo pacífico y sus críticas al gobierno.
Su detención más reciente se produjo el 29 de septiembre de 2019, en medio de una represión generalizada de las protestas. En diciembre de 2021, un Tribunal (de excepción) de Seguridad del Estado lo condenó a cinco años de cárcel por el cargo falso de “difundir noticias falsas” en relación con una publicación suya en redes sociales. Amnistía Internacional y otras muchas organizaciones de derechos humanos lo han declarado sistemáticamente preso de conciencia, detenido únicamente por el ejercicio de sus derechos humanos.
A pesar de que sus cinco años de condena se cumplían el 29 de septiembre de 2024, las autoridades egipcias siguieron manteniéndolo detenido de forma arbitraria, afirmando que quedaría en libertad en enero de 2027, y violando con ello tanto las normas jurídicas internacionales como las leyes egipcias. Mientras estuvo encarcelado sufrió condiciones inhumanas, como negarle el acceso a representación letrada, visitas consulares, ejercicio al aire libre y la luz del sol. Su familia informó de graves preocupaciones por su salud, especialmente durante la larga huelga de hambre que mantuvo para protestar por su detención.


