En respuesta a la decisión del Consejo de Ministros de Zimbabue de respaldar la abolición de la pena de muerte, Khanyo Farisè, director adjunto regional de Amnistía Internacional para África Oriental y Austral, ha declarado:
“Zimbabue ha dado el paso correcto para poner fin a esta abominable e inhumana forma de castigo que no tiene cabida en nuestro mundo”.
Zimbabue ha dado el paso correcto para poner fin a esta abominable e inhumana forma de castigo que no tiene cabida en nuestro mundo.
Khanyo Farisè, director adjunto regional de Amnistía Internacional para África Oriental y Austral
“Ahora que el Consejo de Ministros ha dado su aprobación, el Parlamento debe garantizar que la pena de muerte es realmente abolida votando para aprobar legislación que convierta esto en realidad.”
Amnistía Internacional se opone a la pena de muerte en todos los casos sin excepción porque constituye una violación del derecho a la vida reconocido en la Declaración Universal de Derechos Humanos.
Ahora que el Consejo de Ministros ha dado su aprobación, el Parlamento debe garantizar que la pena de muerte es realmente abolida votando para aprobar legislación que convierta esto en realidad.
Khanyo Farisè
Información complementaria
Zimbabue llevó a cabo su última ejecución en 2005, pero han seguido imponiéndose condenas a muerte. En el momento de la independencia, en la legislación zimbabuense había nueve delitos punibles con la muerte. En la actualidad, los delincuentes pueden ser condenados a muerte por tres delitos: traición; acto de insurgencia, bandidaje, sabotaje o terrorismo que dé lugar a la muerte de una persona; asesinato e intento de asesinato o incitación o conspiración para cometer asesinato.