El Proyecto Pegasus ha hecho públicas nuevas pruebas que revelan que los números de teléfono de 14 jefes de Estado —incluidos el presidente de Francia, Emmanuel Macron, de Pakistán, Imran Khan, y de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa— fueron seleccionados por clientes de la empresa de software espía NSO Group como números de personas de interés.
Sabemos desde hace mucho tiempo que se hackean subrepticiamente teléfonos de activistas y periodistas, pero está claro que incluso quienes se sitúan en las más altas esferas del poder tampoco escapan a la tenebrosa expansión del software espía de NSO.
Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional
La secretaria general de Amnistía Internacional, Agnès Callamard, manifestó:
“La revelación sin precedente de que los teléfonos de al menos 14 jefes de Estado pueden haber sido hackeados con el software espía Pegasus de NSO Group debería provocar escalofríos a los dirigentes mundiales.”
“Sabemos desde hace mucho tiempo que se hackean subrepticiamente teléfonos de activistas y periodistas, pero está claro que incluso quienes se sitúan en las más altas esferas del poder tampoco escapan a la tenebrosa expansión del software espía de NSO.NSO Group no puede seguir escudándose en la afirmación de que su software espía sólo se utiliza para combatir la delincuencia; parece que Pegasus es también el software espía preferido de quienes tienen entre sus planes el espionaje de gobiernos extranjeros.”
“Las contundentes revelaciones del Proyecto Pegasus subrayan la necesidad urgente de una reglamentación estricta que ponga orden en el “salvaje oeste” que es la industria de la vigilancia. Los Estados deben suspender en todo el mundo la exportación, venta, transferencia y uso de tecnología de vigilancia hasta que se establezca un marco regulador sólido que respete los derechos humanos.”
“NSO Group debe dejar inmediatamente de vender su material a países que tienen un historial de someter a vigilancia ilegítima a defensores y defensoras de los derechos humanos y periodistas.”
“Además, el gobierno israelí no debe autorizar las licencias de exportación de la tecnología de cibervigilancia de NSO Group si existe un riesgo sustancial de que esa tecnología se utilice para cometer violaciones de derechos humanos.”
Información complementaria
El software espía de NSO Group se ha utilizado para facilitar la comisión de violaciones de derechos humanos a gran escala en todo el mundo, según una importante investigación sobre la filtración de 50.000 números de teléfono de posibles objetivos de vigilancia. Entre ellos hay jefes de Estado, activistas y periodistas, incluida la familia de Jamal Khashoggi.
El Proyecto Pegasus es una innovadora investigación colaborativa en la que han participado más de 80 periodistas de 17 organizaciones de medios de comunicación de 10 países bajo la coordinación de Forbidden Stories, organización sin ánimo de lucro de medios de comunicación con sede en París (Francia), y con el apoyo técnico de Amnistía Internacional, que realizó análisis forenses punteros de teléfonos móviles para identificar rastros del software espía.
Washington Post, que forma parte del consorcio, reveló hoy que el listado contenía los números 14 jefes de Estado como personas de interés. Entre ellos están Mohammed VI, de Marruecos; Emmanuel Macron, de Francia; Barham Salih, de Irak; Cyril Ramaphosa, de Sudáfrica; Mostafa Madbouly, de Egipto; Imran Khan, de Pakistán; Saad-Eddine El Ohtmani, de Marruecos; Saad Hariri, de Líbano; Ruhakana Rugunda, de Uganda, y Charles Michel, de Bélgica. La lista contenía los números de teléfono de más de 600 altos cargos gubernamentales y políticos de 34 países.
Amnistía Internacional no pudo realizar análisis forenses de los teléfonos de los dirigentes mundiales para confirmar si habían sido atacados o si se había instalado en ellos el software espía.
NSO ha negado que Macron y Mohammed VI aparecieran nunca en una lista de objetivos de clientes. La empresa insiste en que su software espía sólo está destinado al uso contra terroristas y responsables de delitos graves, y ha reiterado que “investigará todas las denuncias creíbles de uso indebido” y “tomará medidas contundentes” en los casos en que resulten fundadas.
El gigante israelí de la vigilancia NSO Group ha recibido financiación de las destacadas empresas de capital privado Novalpina Capital y Francisco Partners, tras las cuales hay numerosos inversores. Empresas de fondos de pensiones de Reino Unido y Estados Unidos también tienen participación en la empresa.