Irán debe liberar al defensor de los derechos humanos Mohammad Ali Dadkhah

Mohammad Ali Dadkhah, defensor de los derechos humanos y abogado iraní, debe ser puesto en libertad inmediatamente y sin condiciones, ha afirmado Amnistía Internacional, tras ser citado el sábado para comenzar a cumplir una condena de nueve años de cárcel en la prisión de Evin, Teherán.Mohammad Ali Dadkhah, uno de los fundadores del Centro para los Defensores de los Derechos Humanos de Irán, fue condenado en julio del año pasado tras ser declarado culpable de “pertenecer a una asociación [el Centro para los Defensores de los Derechos Humanos] que trata de lograr el derrocamiento suave del gobierno” y “difundir propaganda contra el sistema mediante entrevistas con medios de comunicación extranjeros”.También se le prohibió el ejercicio de la abogacía y de la docencia durante 10 años.“Mohammad Ali Dadkhah es el cuarto miembro del Centro para los Defensores de los Derechos Humanos encarcelado en los últimos 18 meses. Nunca debería haber sido juzgado por sus legítimas actividades de derechos humanos; las autoridades iraníes deben anular la declaración de culpabilidad y la condena y ponerlo en libertad de inmediato y sin condiciones”, ha afirmado Ann Harrison, directora adjunta del Programa Regional para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional.“Hasta el momento de su liberación sin condiciones, las autoridades deben garantizar asimismo que se le ofrece protección contra la tortura y otros malos tratos, se le proporciona toda la atención médica que necesite y se le permite el acceso pleno y sin restricciones a su familia y a un abogado de su elección.”Mohammad Ali Dadkhah, que según se cree está recluido actualmente en la Sección 350 de la prisión de Evin, donde también están encarcelados muchos otros presos políticos, fue torturado y sufrió otros malos tratos durante su encarcelamiento en ese centro penitenciario en 2009, donde estuvo recluido durante 74 días, la mayoría de ellos en régimen de aislamiento.Mohammad Ali Dadkhah ha representado a muchos clientes destacados, como el ex preso de conciencia pastor Yousef Nadarkhani, que fue absuelto y excarcelado en septiembre tras enfrentarse a una posible condena a muerte por presunta “apostasía del islam”.También defendió al escritor Arzhang Davoodi, de 60 años de edad, encarcelado desde octubre de 2003 y contra quien se ha presentado un nuevo cargo de “enemistad contra Dios” (mohareb) como consecuencia de su activismo político pacífico desde dentro de la cárcel. “Mohammad Ali Dadkhah y otros defensores de los derechos humanos deben ser animados y apoyados en su legítima e importante labor en vez de ser perseguidos por su activismo”, ha afirmado Harrison. “El constante hostigamiento y las medidas punitivas dirigidas contra ellos y contra otras personas que defienden puntos de vista discrepantes constituyen un revés más para el compromiso de Irán con el respeto de sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos.“¿Qué esperanza pueden tener las personas detenidas en Irán por expresar pacíficamente sus opiniones de que se respetarán sus derechos humanos cuando tantos defensores de los derechos humanos están entre rejas o fuera del país por tratar de defender a otras personas que se hallaban en una situación semejante?”Información complementariaEn diciembre de 2008, las autoridades iraníes clausuraron el Centro para los Defensores de los Derechos Humanos, dirigido por la premio Nobel de la Paz Shirin Ebadi, que había sido uno de sus fundadores.Sus miembros han sufrido reiterados actos de hostigamiento, intimidación, detención y encarcelamiento al haber continuado con su labor en apoyo de los derechos humanos.Abdolfattah Soltani, destacado abogado y también fundador del Centro, está recluido desde su detención en septiembre de 2011 en la prisión de Evin, Teherán, donde cumple una condena de 13 años de cárcel.Otro abogado y miembro fundador del Centro, Mohammad Seyfzadeh, cumple actualmente una condena de dos años.Amnistía Internacional considera que estas personas son presos de conciencia, encarcelados por el ejercicio pacífico de su derecho a la libertad de expresión y asociación.Narges Mohammadi, presidenta ejecutiva del Centro para los Defensores de los Derechos Humanos y madre de dos hijos, comenzó a cumplir una condena de seis años de cárcel en abril de 2012 y el 31 de julio de 2012 se le concedió un permiso temporal por enfermedad para recibir tratamiento médico, entre otras cosas para convulsiones y pérdida temporal de visión. El Comité de Derechos Humanos de la ONU, que supervisa la aplicación del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, expresó en noviembre de 2011 su preocupación por “las continuas denuncias de acoso o intimidación, la prohibición o dispersión por la fuerza de manifestaciones, y las detenciones y encarcelaciones arbitrarias de defensores de los derechos humanos” en Irán. El Comité agregó que “a los defensores de los derechos humanos y a los abogados defensores se les imponen con frecuencia penas de prisión sobre la base de delitos definidos vagamente, como ‘mohareb’ [enemistad contra Dios] o la difusión de propaganda contra el régimen”.El Comité recomendó la liberación inmediata y sin condiciones de todos los defensores de los derechos humanos detenidos únicamente por el ejercicio pacífico de su derecho a la libertad de reunión y asociación y la investigación rápida, efectiva e imparcial de las amenazas, acosos y agresiones contra defensores de los derechos humanos y, en su caso, el enjuiciamiento de los autores de estos actos.Amnistía Internacional ha pedido en reiteradas ocasiones a las autoridades iraníes que pongan fin a la persecución de los defensores y defensoras de los derechos humanos por el ejercicio pacífico de su legítima labor de defensa de los derechos humanos de otras personas. Mientras muchos están ahora en la cárcel, otros se han visto obligados a salir del país por su seguridad.

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