Un año de represión de la disidencia en Bahréin

Desde mediados de 2016, las autoridades bahreiníes han endurecido radicalmente la represión de la disidencia.

En junio de 2017, la otrora próspera sociedad civil se había visto reducida a unas pocas voces solitarias con el valor suficiente para expresar su opinión. La mayoría de las personas que expresan críticas de manera pacífica, ya sean defensoras de los derechos humanos o activistas políticos, sienten ahora que el peligro de hacerlo ha pasado a ser demasiado elevado. Durante el transcurso del año, las autoridades han recurrido cada vez más a un amplio abanico de tácticas represivas, tales como detenciones, hostigamiento, amenazas, enjuiciamientos y encarcelamientos, para acallar a estas personas. Según las investigaciones de Amnistía Internacional, las fuerzas de seguridad han llegado incluso a emplear la tortura u otros malos tratos contra defensores y defensoras de los derechos humanos, una práctica que en Bahréin no ha sido generalizada desde el apogeo de la represión que siguió al levantamiento de 2011.

La mayoría de nosotros tiene mucho miedo de lo que pueda pasar.

Defensor de los derechos humanos que ha pedido permanecer en el anonimato
Manifestantes bahreiníes participan en una protesta diaria desde el 20 de junio contra la retirada de la nacionalidad al más importante clérigo chií bahreiní, Sheikh Isa Qassim (retrato), en la localidad de Duraz, al oeste de Manama. El destacado defensor de los derechos humanos Nabeel Rajab es arrestado de nuevo el 13 de junio por conceder entrevistas a medios de comunicación y tuitear, y se dictan prohibiciones arbitrarias de viajar contra decenas de activistas.
Al Wefaq, el principal partido de oposición de Bahréin, es disuelto, y la destacada periodista Nazeeha Saeed es sometida a juicio por su labor periodística. El doctor Taha al-Derazi, defensor de los derechos humanos, y varios clérigos chiíes son citados o acusados por protestar en Duraz.
Nabeel Rajab (foto) es acusado por un artículo publicado en el New York Times. Se impide a defensores y defensoras de los derechos humanos y a personas que expresan críticas viajar a Ginebra para participar en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Ebrahim Sharif (foto), ex secretario general del partido político Waad, es interrogado y acusado en relación con una entrevista concedida a un medio de comunicación y se lo interroga nuevamente por una reunión en la embajada de Reino Unido. Decenas de activistas políticos y de derechos humanos son citados y algunos de ellos, acusados de “concentración ilegal.”
Manifestante bahreiní herido en uno de los muchos enfrentamientos violentos con la policía antidisturbios durante las manifestaciones. Bahréin reanuda las ejecuciones por primera vez en seis años y ejecuta a tres hombres. También en enero, la edición en Internet del periódico Al Wasat es suspendida temporalmente.
Mustapha Hamdan, de 18 años, muere por las heridas provocadas por un disparo de bala en la cabeza el 26 enero en Duraz. También en marzo se presentan cargos contra Ebrahim Sharif por tuitear. En abril, se prohíbe viajar a Ginebra para el examen periódico universal de Bahréin a 32 personas que expresan críticas de manera pacífica.
Las fuerzas estatales de Bahréin matan al menos a 5 hombres y hieren a cientos de personas en una violenta represión gubernamental en Duraz. Los manifestantes habían participado en una marcha pacífica que se dirigía a Duraz para intentar romper el bloqueo de las fuerzas de seguridad sobre la vivienda del líder espiritual chií Sheikh Issa Qassem. El partido político de oposición Waad es disuelto.

De hostigar a activistas…

Amnistía Internacional ha concluido que, durante el periodo comprendido entre junio de 2016 y junio de 2017, al menos 169 personas que se mostraban críticas o sus familiares fueron objeto de detención, citación, interrogatorio, enjuiciamiento, encarcelamiento, prohibición de viajar o amenazas. Defensores y defensoras de los derechos humanos, profesionales del derecho, periodistas, activistas y líderes políticos, clérigos chiíes y manifestantes pacíficos han sido las personas más afectadas.

Me golpearon en la nariz y me propinaron patadas en el estómago. Me desmayé dos veces. Me amenazaron con hacer daño a mi familia. Los hombres me dijeron: ‘nadie puede protegerte’.

Ebtisam al-Saegh, defensora de los derechos humanos

Las autoridades bahreiníes también han atacado al único periódico independiente de Bahréin, Al Wasat, suspendiendo temporalmente su edición en Internet en enero de 2017 y cerrándolo totalmente de manera arbitraria en junio. Además, han desmantelado la oposición política, disolviendo el principal grupo de oposición, la Sociedad Nacional Islámica al-Wefaq, y el partido político de oposición Waad sobre la base de lo que Amnistía Internacional ha concluido que eran cargos infundados.

… a matar a manifestantes.

Las fuerzas de seguridad, incluida la Agencia de Seguridad Nacional, han empleado cada vez más la fuerza excesiva, golpeando a manifestantes pacíficos, disparando escopetas y fusiles semiautomáticos, y lanzando gas lacrimógeno desde vehículos blindados para el transporte de personal o desde helicópteros a viviendas o directamente contra los manifestantes. Desde que comenzó 2017, las fuerzas de seguridad han matado a seis personas, entre ellas una menor de edad, y herido a cientos.

Tácticas represivas para silenciar las voces críticas

Defensores y defensoras de los derechos humanos atacados durante el pasado año

Asma Darwish
acusada de participar en una “concentración ilegal”
Hussein Radhi
sometido a prohibición de viajar
Nazeeha Saeed
condenada por ejercer su labor de periodista y arbitrariamente sometida a prohibición de viajar
Sheikh Maytham al Salman
interrogado, sometido a prohibición de viajar, amenazado, bajo vigilancia
Ebtisam al-Saegh
presa de conciencia, detenida, agredida, torturada, acusada de delitos relacionados con el terrorismo
Nabeel Rajab
preso de conciencia, recluido en régimen de aislamiento durante más de 9 meses

Amnistía Internacional insta a las autoridades bahreiníes a:

  • dejar de reprimir el derecho a la libertad de expresión, asociación y reunión pacífica;
  • poner en libertad inmediata e incondicional a todos los presos y presas de conciencia;
  • detener las represalias contra los defensores y defensoras de los derechos humanos, otras personas que expresan críticas de manera pacífica y sus familiares;
  • dejar de atacar a los partidos políticos de oposición y de cerrar periódicos independientes;
  • evitar urgentemente las torturas y otros malos tratos contra defensores y defensoras de los derechos humanos, activistas políticos y otras personas detenidas, y
  • frenar a las fuerzas de seguridad y garantizar investigaciones inmediatas, independientes e imparciales sobre las denuncias de violaciones de derechos humanos.

Silencio cómplice de la comunidad internacional

El aumento de la represión en Bahréin debe entenderse dentro de un contexto geopolítico más amplio. La elección del presidente de Estados Unidos Donald Trump y el evidente menor grado de prioridad que su gobierno otorga a los derechos humanos en la política exterior del país parece haber animado al gobierno de Bahréin a ser más osado en sus intentos de acallar la disidencia. Reino Unido, que ha realizado una inversión significativa en el programa de reformas de Bahréin y que tiene una relación “especial” con dicho país, ha tratado de asegurarse vínculos comerciales más estrechos con países del Golfo desde que votara a favor de salir de la Unión Europea. Su respuesta ante el deterioro de la situación de los derechos humanos en Bahréin ha sido débil. Este hecho, a lo que se suma la falta de críticas por parte de otros Estados miembros en foros de la ONU, ha envalentonado aún más a Bahréin.

Si sientes indignación ante este silencio, alza tu voz y presiona a tu gobierno para que condene públicamente la represión de los derechos humanos en Bahréin.

ENVÍA UN TUIT A LAS CUENTAS DE TU GOBIERNO

Exijo a mi gobierno que condene públicamente la represión de los derechos humanos en Bahréin

Amnistía Internacional insta a los Estados de la comunidad internacional que tienen influencia sobre Bahréin a condenar públicamente y en privado la represión en ese país. También pide a los Estados que suministran a Bahréin equipos que pueden ser empleados en la represión interna, tales como armas de fuego, equipos menos letales y vehículos blindados, que detengan su transferencia a los organismos bahreiníes encargados de hacer cumplir la ley hasta que las autoridades de Bahréin permitan que se realicen investigaciones inmediatas, independientes e imparciales sobre las denuncias de uso de la fuerza abusivo o arbitrario.

Los defensores y defensoras de los derechos humanos en Bahréin siguen alzando la voz a pesar de las amenazas contra sus vidas. ¿Sumarás tu voz a las suyas?

“NADIE PUEDE PROTEGERTE”

UN AÑO DE REPRESIÓN DE LA DISIDENCIA EN BAHRÉIN