La batalla por el oeste de Mosul ha causado una catástrofe civil.
El grupo armado autodenominado Estado Islámico se ha aprovechado despiadadamente de la población civil, a la que ha trasladado de manera sistemática a las zonas de conflicto, ha utilizado como escudo humano y ha impedido huir en busca de seguridad. Asimismo, las fuerzas del gobierno iraquí y los miembros de la coalición dirigida por Estados Unidos han sometido a ataques incesantes e ilícitos a la población civil. En marzo y mayo de mayo de 2017, un equipo de investigación de Amnistía Internacional viajó al norte de Irak para documentar violaciones del derecho internacional humanitario y abusos contra los derechos humanos cometidos por todas las partes en el conflicto del oeste de Mosul. Las conclusiones se han publicado hoy en un nuevo informe: “At Any Cost: The Civilian Catastrophe in West Mosul, Iraq.”
Lo más barato de Irak son los seres humanos.
Hashem, habitante del oeste de Mosul.
La catástrofe civil
CRÍMENES DE GUERRA DEL ESTADO ISLÁMICO: “NADIE ESCAPARÁ VIVO”
Durante la batalla por el oeste de Mosul, el Estado Islámico ha cometido graves abusos contra los derechos humanos, algunos de los cuales constituyen crímenes de guerra. Ha agrupado a miles de civiles y los ha llevado directamente a la zona de combate. Utilizando a civiles como escudos humanos, deliberadamente , los combatientes del SI han dejado a la gente atrapada en sus casas, soldándoles la puerta para que no puedan abrir, colocando armas trampa en las salidas o ejecutando sumariamente a miles de personas que habían intentado escapar. De manera habitual, les han negado también la atención médica y les han confiscado los alimentos.
[Los miembros del Estados Islámico] nos dijeron que si intentábamos marcharnos nos romperían las piernas. Dijeron: “Nadie escapará vivo”.
'Abeer,' mujer de 20 años de Al Msherfa, zona del oeste de Mosul.
El Estado Islámico ha ejecutado sumariamente a centenares, si no miles, de hombres, mujeres, niñas y niños que intentaron huir y ha colgado sus cadáveres en espacios públicos.
Los habitantes de Mosul entrevistados explicaban sistemáticamente a Amnistía Internacional que no tenían más forma de escapar que cruzando directamente el frente en cuanto los combates llegaban a su barrio o su calle. Describían huidas desesperadas desde sus casas hasta las posiciones de las fuerzas partidarias del gobierno agitando banderas o trapos blancos y gritando palabras como “civiles” o “familias”.
Nos dijeron que nos quedáramos en casa y tendiéramos ropa infantil en la azotea para saber que era la casa de una familia y no del ISIS. Cuando cayó el cohete había ropa infantil en la azotea.
Yazen, vecino de Al Tenak
EL GOBIERNO IRAQUÍ Y LA COALICIÓN DIRIGIDA POR ESTADOS UNIDOS: GRAVE FALTA DE MEDIDAS PARA PROTEGER A LA POBLACIÓN CIVIL
Con sus tácticas y sus violaciones del derecho internacional, el SI ha planteado especiales desafíos a las fuerzas partidarias del gobierno en lo que respecta a la protección de la población civil del oeste de Mosul. Las fuerzas del gobierno iraquí y de la coalición dirigida por Estados Unidos no han adaptado debidamente sus tácticas a estos desafíos -como dispone el derecho internacional humanitario-, con desastrosas consecuencias para los civiles. A partir de enero de 2017, las fuerzas partidarias del gobierno llevaron a cabo una serie de ataques ilícitos en el oeste de Mosul, en los que se hizo mucho uso de armas explosivas con efectos en amplias superficies, entre ellas las conocidas como municiones improvisadas de cohete. Al ser tan poco precisas, estas armas han causado estragos en zonas densamente pobladas del oeste de Mosul y se han cobrado miles de vidas civiles. Amnistía Internacional investigó 45 ataques de las fuerzas partidarias del gobierno y determinó que sólo ellos habían matado al menos a 426 civiles. Quizá no se conozca nunca el verdadero número de muertes de la batalla del oeste de Mosul.
Las fuerzas partidarias del gobierno no tomaron tampoco precauciones efectivas para proteger a la población civil al planear y efectuar los ataques. En zonas de la ciudad controladas por el Estado Islámico arrojaron folletos desde el aire para indicar a los civiles que se mantuvieran apartados del grupo armado o tendieran ropa infantil en las azoteas para señalar las viviendas civiles. Sin embargo, al hacer estas advertencias no se tuvo muy en cuenta lo que suponía en realidad vivir bajo el control del Estado Islámico. Para los habitantes del oeste de Mosul era imposible mantenerse apartados del Estado Islámico, cuyos combatientes ejecutaban a todo el que veían con un folleto en la mano. Y los ataques aéreos no dejaron de impactar también en las casas con ropa infantil en la azotea.
Los ataques iban dirigidos contra los francotiradores del Estados Islámico. Un ataque destruyó una casa de dos pisos entera. Daban en una casa y destruían también las dos casas de los lados. Mataron a muchísima gente.
Mohamed, vecino de Al Tenak, barrio del oeste de Mosul.
Los profesionales de la salud entrevistados señalaron que las personas procedentes del oeste de Mosul presentaban a menudo lesiones causadas por explosiones, fenómeno indicativo del uso de potentes armas explosivas en zonas civiles. Es inconcebible que las fuerzas partidarias del gobierno no tuvieran conocimiento de las tácticas del Estados Islámico, de la concentración de civiles en las zonas atacadas ni del terrible precio en vidas civiles del uso en esas zonas de armas explosivas con efectos en amplias superficies.
NO HAY QUE DEJAR QUE ESTOS CRÍMENES QUEDEN OCULTOS
Las fuerzas iraquíes y los miembros de la coalición dirigida por Estados Unidos deben garantizar que los combates contra el Estado Islámico –no sólo en la batalla por Mosul, sino también en todas las demás de Irak y Siria– se libran de manera coherente con el derecho y las normas internacionales. La población civil atrapada en medio del conflicto y sometida a abusos por el Estado Islámico debe ser tratada con la dignidad y humanidad que merece. Amnistía Internacional insta al gobierno iraquí y a los miembros de la coalición dirigida por Estados Unidos a:
- reconocer públicamente la magnitud y gravedad de la pérdida de vidas civiles asociada a la batalla de Mosul y poner de relieve la necesidad de ofrecer reparación a las victimas de violaciones del derecho internacional y a sus familias;
- poner fin de inmediato al uso, en las proximidades de zonas civiles pobladas, de amas explosivas de efecto intrínsecamente indiscriminado por su impacto en amplias superficies;
- dadas la situación desesperada actual y la gran cantidad de personas de Mosul y sus alrededores internamente desplazadas, aumentar con urgencia la financiación de la asistencia humanitaria a los civiles que han huido de los combates en Mosul.
Puede consultarse la lista completa de recomendaciones del informe aquí.