Nuestro recurso más importante son las personas, incluido nuestro personal. Nuestra cultura organizativa —el modo en que nos comportamos, nuestras relaciones de trabajo y nuestra capacidad de colaborar como movimiento— sustenta todo lo que hacemos y es fundamental para que generemos impacto y consigamos hacer realidad nuestra visión.

Hay cinco actitudes que conforman la base de la cultura que queremos tener en Amnistía:

Respeto

Una cultura respetuosa crea un entorno laboral inclusivo en el que nuestros diferentes enfoques y opiniones imprimen profundidad y dinamismo a nuestro trabajo. Ejercer el respeto significa tratar a todas las personas con igualdad y dignidad —ni como inferiores ni como superiores— y creer que todas importamos y tenemos algo que aportar en nuestro trabajo.

Responsabilidad

Todo el mundo debe tener claro lo que ha de lograrse, con qué calidad, en qué plazo y con qué presupuesto, conforme a metas y prioridades estrategias definidas con claridad. Ser responsable significa, en parte, creer firmemente en las competencias y habilidades que se tienen para marcar la diferencia en Amnistía. También tiene que ver con empoderar a otras personas para que hagan lo mismo, y contribuir con ello a hacer avanzar su trabajo y el nuestro.

Creatividad

La creatividad nos ayuda a adaptar nuestro enfoque a diversas situaciones, personas y grupos. Se trata de buscar continuamente enfoques novedosos del trabajo cotidiano, manteniendo los pies en el suelo y sin dejar que los imprevistos nos desconecten o nos detengan. La creatividad es necesaria para responder a exigencias diversas y cambiantes y trabajar en distintas de actividades, lugares y culturas, ahora y en el futuro, en consonancia con nuestros valores.

Consideración

Significa ponerse en el lugar de las demás personas para entender sus perspectivas, qué necesitan y a qué presiones está sometidas, especialmente cuando hay diferencias de opinión o conflictos. Saber reconocer cuándo debemos adaptar nuestro estilo o forma de comunicarnos al de las personas con quienes trabajamos, con el fin de motivarlas o inspirarlas y de que se sientan valoradas.

Resolución

En el panorama en constante cambio de los derechos humanos, hay incertidumbre y ambigüedad, y a veces es necesario realizar hipótesis para avanzar en nuestro trabajo. En Amnistía las personas responsables de tomar decisiones tienen en cuenta distintas perspectivas y analizan los beneficios y los riesgos antes de tomarlas.