Malaisia: Poner fin a la persecución de Anwar Ibrahim y otras personas críticas con el gobierno

Las autoridades malaisias deben poner fin a la persecución por motivos políticos de personas críticas con el gobierno, incluido Anwar Ibrahim, ha dicho Amnistía Internacional con antelación a la decisión final en el largo proceso por “sodomía” contra el líder de la oposición.

Los cargos de “sodomía” contra Anwar Ibrahim tienen una clara motivación política y un intento flagrante de las autoridades malaisias de silenciar y menoscabar una voz crítica. Si se encarcela a Anwar Ibrahim, Amnistía Internacional lo considerará preso de conciencia” ha dicho Richard Bennett, director del programa de Amnistía Internacional para Asia y Oceanía.

“La decisión de mañana debe verse también en el contexto de una campaña represiva general contra la disidencia en Malaisia. En los últimos meses, las autoridades han recurrido cada vez más a una legislación draconiana para silenciar las voces de la oposición y a otros activistas; esto tiene que terminar.” 

La causa por “sodomía” contra Anwar Ibrahim, líder del opositor Partido de la Justicia Popular (Parti Keadilan Rakyat) comenzó en 2008. El Tribunal Superior lo absolvió de todos los cargos en 2012, pero el Tribunal de Apelación anuló su sentencia absolutoria en marzo de este año y lo condenó a cinco años de prisión.

El líder opositor lleva desde entonces en libertad bajo fianza y recurrió la decisión ante el Tribunal Federal, máxima instancia judicial del país, que pronunciará su decisión final el 28-29 de octubre. Si es declarado culpable, Anwar Ibrahim puede ser condenado a cumplir una pena de cárcel.

“Mañana el Tribunal Federal tiene la oportunidad de demostrar la independencia del poder judicial malaisio frente a injerencias políticas”, ha dicho Richard Bennett.

Campaña represiva general

Este año, el gobierno ha recurrido cada vez más a una legislación de la época colonial que las autoridades utilizan para acusar y encarcelar a disidentes: la Ley de Sedición.

Dos personas han sido declaradas culpables de sedición este año, y al menos hay una docena más que se enfrentan a cargos actualmente sólo por la expresión pacífica de sus opiniones. Decenas más han sido investigadas por actividades “sediciosas”; el propio Anwar Ibrahim fue objeto de una investigación por sedición en septiembre.

En julio de 2012, el primer ministro, Najib Tun Razak, se comprometió públicamente a derogar la ley afirmando que representaba “tiempos pasados”, pero han pasado más de dos años y sigue sin cumplir su promesa.

“El uso generalizado de la Ley de Sedición por parte del gobierno malaisio no es sólo un intento de silenciar a ciertos individuos, sino de crear un clima general de miedo”, ha dicho Richard Bennett.

“El primer ministro debe hacer honor a su promesa: la draconiana Ley de Sedición debe ser revocada o reformada para que esté en consonancia con las normas internacionales.”

Derogar la ley de “sodomía”

No es la primera vez que Anwar Ibrahim entra en prisión. En 1998, después de pedir la reforma política, Anwar Ibrahim, entonces viceprimer ministro, fue expulsado del gobierno y detenido por corrupción y comisión de actos homosexuales “ilegales”; él siempre ha negado estas acusaciones. 

Fue sometido a palizas mientras estuvo bajo custodia policial y fue declarado culpable de corrupción en 1999 y de “sodomía” en 2000.  Permaneció encarcelado hasta 2004, cuando fue anulada la sentencia condenatoria por “sodomía”.

La penalización de las relaciones sexuales consentidas entre adultos –incluso entre personas del mismo sexo– es contraría al derecho internacional de los derechos humanos.

“Ninguna persona debe ser detenida por tener relaciones sexuales consentidas con otro adulto; no es un delito reconocible según el derecho internacional. La legislación sobre ‘sodomía’ debe desaparecer por completo de los códigos legislativos”, ha dicho Richard Bennett.