Bloqueo de sitios web y uso de gas lacrimógeno contra manifestantes bielorrusos

Las autoridades bielorrusas deben abstenerse de hacer uso excesivo de la fuerza contra los manifestantes, ha afirmado hoy Amnistía Internacional después de que el domingo la policía empleara gas lacrimógeno y detuviera a más de 300 manifestantes.

Las redes sociales Facebook y Twitter también fueron objeto de bloqueo, según informes, cuando miles de activistas se concentraron en la capital, Minsk, y en otras ciudades para expresar su oposición a las políticas económicas del presidente Alexander Lukashenko batiendo palmas al unísono.

Se empleó gas lacrimógeno contra un grupo de manifestantes en la plaza de la estación de tren de Minsk, y la policía golpeó a manifestantes en otras partes de la ciudad. Agentes de seguridad del Estado vestidos de civil practicaron detenciones sin mostrar algún tipo de identificación y sin declarar los motivos del arresto.

“Bielorrusia sigue sin mostrar la debida consideración por los derechos humanos, pero esta última campaña de detenciones y el uso de gas lacrimógeno contra manifestantes pacíficos parecen reflejar una intensificación de los ataques contra la libertad de expresión” manifestó John Dalhuisen, director adjunto del Programa de Amnistía Internacional para Europa y Asia Central.

“Estas restricciones de la comunicación son un intento de impedir que los manifestantes se comuniquen entre sí y constituye una violación inequívoca del derecho a la libertad de expresión.”

El presidente Lukashenko se condujo con actitud desafiante en un desfile militar celebrado el domingo en Minsk para conmemorar el Día de la Independencia, aniversario de la liberación de Bielorrusia frente a la ocupación alemana en 1944. Culpó de los disturbios a la injerencia extranjera. 

“Captamos cuál es el objetivo de estos ataques. Tienen como fin sembrar la incertidumbre y la agitación social, destruir el consenso público y […] contrarrestar los esfuerzos realizados para conseguir la independencia. Eso no sucederá jamás.” dijo.

Según el Centro de Derechos Humanos Viasna, entre los más de 200 manifestantes detenidos en Minsk había 17 periodistas. Algunos de ellos ya han sido liberados, pero 340 permanecen bajo custodia. Unos 160 están recluidos en Minsk, mientras que otros 180 están en centros de centros de detención repartidos por ciudades de todo Bielorrusia. A algunos manifestantes los golpearon en el momento del arresto y a otros en el interior de furgones policiales. 

Hay juicios en curso, y se está acusando a los detenidos de delitos menores por vandalismo o por participar en una reunión no autorizada, que comportan sanciones administrativas de entre 10 y 15 días de reclusión.

“Reprimir a manifestantes pacíficos no sirve en absoluto para abordar las causas originarias de sus protestas, referidas principalmente a la situación económica” manifestó John Dalhuisen.

“Los motivos de preocupación relacionados con el disfrute de derechos económicos y sociales no desaparecen reprimiendo derechos civiles y políticos. No deben practicarse detenciones de manifestantes pacíficos, las fuerzas de seguridad no deben ejercer la violencia contra los manifestantes y todas las personas detenidas deben quedar en libertad de inmediato” añadió.