Defender lo que considera que es correcto es algo innato para Chaima Issa. Como hija de una ex presa de conciencia, esta activista le dice la verdad al poder; incluso aunque le cueste la libertad. Le han prohibido viajar al extranjero y, si la llevan a juicio, podrían condenarla a varios años de prisión y posiblemente a muerte. Pide a las autoridades tunecinas que detengan de inmediato las investigaciones infundadas y las demás restricciones que pesan sobre Chaima Issa.
¿Cuál es el problema?
Cuando el presidente tunecino Kais Saied disolvió en julio de 2021 el Parlamento, destituyó al primer ministro y tomó el control del país invocando poderes de excepción, Chaima fue una de las primeras personas que se opuso a él de forma pública. Desde que este gobernante se hizo con el poder, los derechos humanos en Túnez son más vulnerables que nunca. La libertad de expresión está amenazada. Además, los tribunales militares actúan contra quienes critican al gobierno, y el sistema jurídico carece de independencia.
Tras reunirse con miembros del cuerpo diplomático de otros países, junto con otras personalidades de la oposición, para analizar la situación política de Túnez, Chaima fue detenida el 22 de febrero de 2023 en el marco de una investigación por presunta “conspiración”.
La activista quedó en libertad tras pasar más de cuatro meses de detención arbitraria, pero la causa contra ella prosigue y las autoridades le han prohibido viajar al extranjero y “aparecer en espacios públicos”.
Un tribunal militar, que carece de independencia, también está investigando a Chaima por criticar a las autoridades en un programa de radio. La activista podría ser condenada a hasta 10 años de cárcel por este delito.
¿Cómo puedes ayudar?
Firma la petición y pide a las autoridades tunecinas que suspendan de inmediato la investigación infundada y las demás restricciones que pesan sobre Chaima Issa.