Continuaban las restricciones a la libertad de expresión, de asociación y de reunión. Persistieron las detenciones arbitrarias de decenas de simpatizantes de partidos de la oposición y líderes anglófonos. En las regiones del Noroeste y el Sudoeste, los grupos separatistas cometieron crímenes graves, y las fuerzas armadas, violaciones de derechos humanos. En la región del Extremo Norte continuaron los mortíferos ataques de grupos armados contra poblados. Se obstaculizó el acceso de ayuda humanitaria.
Leer másMantiene la pena de muerte en la ley, pero no ha ejecutado durante al menos 10 años