Balcanes: Miles de personas continúan desaparecidas veinte años después de los conflictos

Si pudiera saber dónde está mi hijo Albion, y si pudiera enterrarlo y llevarle flores a su tumba, todo sería mucho mejor.

Nesrete Kumnova, de Kosovo. Se cree que el cadáver de su hijo es uno de los que fueron transportados a Serbia y enterrados de nuevo allí durante el conflicto de 1999.

Alrededor de 14.000 personas continúan en paradero desconocido en los países que conformaban la antigua Yugoslavia: casi la mitad de la cifra total de personas que desaparecieron durante la década de 1990 desde que estallara la guerra en 1991.

Entre 1991 y 2001 se denunció la desaparición de un total de 34.700 personas por desaparición forzada o secuestro en la zona. La mayoría de las familias todavía están a la espera de que se haga justicia.

En un documento publicado hoy con motivo del Día Internacional de los Desaparecidos, The right to know: Families still left in the dark in the Balkans, Amnistía Internacional pide a las autoridades balcánicas que investiguen las desapariciones forzadas -delitos de derecho internacional- y garanticen que las víctimas y sus familias tienen acceso a la justicia y reciben reparaciones.

“Las personas que viven en los Balcanes todavía no han pasado página. Las desapariciones forzadas son un motivo de sufrimiento diario para los familiares, que siguen a la espera de conocer el paradero y la suerte que corrieron sus seres queridos, y todavía luchan por descubrir la verdad, por que se haga justicia y por recibir reparaciones”, ha afirmado Jezerca Tigani, directora adjunta del Programa de Amnistía Internacional para Europa y Asia Central.

“Las víctimas de desaparición forzada pertenecen a todas las etnias y condiciones sociales: civiles, militares, hombres, mujeres, niños y niñas. Sus familias tienen derecho a saber la verdad sobre las circunstancias que rodearon la desaparición, sobre la evolución y el resultado de las investigaciones, así como sobre la suerte que corrieron las personas desaparecidas. Para las familias, recuperar el cadáver y darles sepultura es el primer paso para que se haga justicia.”

“Los gobiernos deben garantizar que todas las víctimas y sus familiares tienen acceso a la justicia y reciben, sin más dilación, reparaciones adecuadas y efectivas por los daños sufridos.”

El documento recoge casos de desapariciones forzadas y secuestros en Croacia, Bosnia y Herzegovina, la Ex República Yugoslava de Macedonia, Montenegro y Serbia y Kosovo. Ninguno de estos seis gobiernos ha cumplido con sus obligaciones legales internacionales de investigar y enjuiciar de forma efectiva estos delitos.

El Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY) ha llevado ante los tribunales a algunos de los responsables de esos delitos, pero su mandato finalizará próximamente.

Los tribunales nacionales son lentos en el cumplimiento de sus obligaciones de búsqueda, identificación y procesamiento de los autores de delitos que aún siguen libres.

“La falta de investigaciones y enjuiciamientos de desapariciones forzadas y secuestros sigue siendo un motivo de preocupación en los Balcanes”, ha expresado Jezerca Tigani.

“El principal obstáculo para acabar con la impunidad y llevar a los responsables ante los tribunales es la permanente falta de voluntad política que existe en todos los países de la zona.”

Croacia

De las 6.406 personas desaparecidas tras la guerra de 1991-1995 en Croacia, se ha podido conocer el paradero de 4.084. Más de 2.300 personas todavía continúan desaparecidas, de las cuales 1.735 son ciudadanos croatas. En los dos últimos años solo se ha podido esclarecer el paradero de 215 personas desaparecidas, y los restos de aproximadamente 900 cadáveres todavía están a la espera de ser identificados por los servicios forenses.

Bosnia y Herzegovina

Al final del conflicto, en 1995, de una población de 3,4 millones de habitantes, alrededor de 30.000 personas estaban desaparecidas. En la actualidad, todavía se desconoce el paradero de unas 10.500 personas, la mayoría de ellas musulmanes bosnios. Las familias de más de 7.000 personas, asesinadas de forma deliberada y arbitraria en 1995 en el genocidio de Srebrenica, aún están a la espera de que se haga justicia y puedan recibir reparaciones. Muchos de los presuntos responsables siguen viviendo en las mismas comunidades que las víctimas y sus familiares.

Macedonia

Ha transcurrido ya un decenio desde el conflicto armado que tuvo lugar en 2001 entre el Ejército de Liberación Nacional Albanés y las fuerzas de seguridad macedonias, y las autoridades todavía no han llegado a investigar de forma efectiva las denuncias de desapariciones forzadas.

No se adoptado medidas adecuadas para investigar los casos de seis personas de etnia albanesa que, según se cree, fueron víctimas de desaparición forzada a manos de la policía dependiente del Ministerio del Interior de Macedonia durante el conflicto armado.

Las familias han recurrido la decisión del Parlamento de Macedonia, que en 2011, al aplicar con carácter extensivo las disposiciones de una ley de amnistía promulgada en 2002, puso fin definitivamente a la investigación de cuatro casos de crímenes de guerra que habían sido transferidos por el TPIY a los tribunales de Macedonia. También se vio afectada la investigación del secuestro de 12 personas de etnia macedonia y un ciudadano búlgaro, a manos, al parecer, del Ejército de Liberación Nacional Albanés.

Montenegro

En mayo de 1992, 83 civiles musulmanes bosnios que habían huido del conflicto armado de Bosnia y Herzegovina fueron detenidos en Montenegro, trasladados de nuevo al otro lado de la frontera y transferidos a las fuerzas serbobosnias. Se cree que 21 hombres del grupo fueron asesinados en un campo penitenciario de Foèa, en la República Srpska, y se desconoce el paradero de al menos 34.

En marzo de 2011, nueve ex agentes de policía y funcionarios del gobierno fueron absueltos de cargos de crímenes de guerra relacionados con la desaparición forzada de estas personas, al argumentar que en 1992 no había ningún conflicto armado en Montenegro. En 2012, la sentencia, que no se ajustaba al derecho internacional humanitario, fue anulada después de que los familiares de las personas desaparecidas la recurrieran. El nuevo juicio se ha iniciado en 2012.

Serbia y Kosovo

Durante el conflicto armado que tuvo lugar en Kosovo entre 1998-1999 y en el periodo subsiguiente se registraron alrededor de 3.600 desapariciones, entre las que se incluyen más de 3.000 personas de etnia albanesa que fueron víctimas de desaparición forzada a manos del ejército, la policía y las fuerzas paramilitares serbias. Entre las víctimas se encuentran también serbios, romaníes y miembros de comunidades minoritarias (aproximadamente 600 personas) que, según se cree, fueron secuestrados por albanokosovares, incluido el Ejército de Liberación de Kosovo.

En la actualidad, alrededor de 1.797 personas continúan en paradero desconocido. Muchas familias de Kosovo y Serbia están todavía a la espera de la exhumación e identificación de los cadáveres de sus seres queridos para que puedan entregárselos y así enterrarlos. Pero incluso en aquellos casos en los que se han encontrado los cuerpos y estos han sido entregados a las familias, son pocos los responsables de desapariciones forzadas y secuestros que han sido llevados ante los tribunales.