Arabia Saudí: Muerte por discriminación

El gobierno de Arabia Saudí continúa ejecutando a más de dos personas a la semana por término medio, ha dicho Amnistía Internacional en un nuevo informe publicado hoy. Casi la mitad de ellas –un número desproporcionadamente alto en relación con la población local– son extranjeros procedentes de países pobres y en desarrollo. “Tuvimos la esperanza de que las iniciativas de derechos humanos que con tanto bombo introdujeron las autoridades saudíes en los últimos años acabarían con el uso de la pena de muerte, o al menos lo reducirían significativamente. Sin embargo, de hecho hemos asistido a un marcado aumento de las ejecuciones de personas condenadas en juicios en gran medida secretos y sin garantías, lo cual hace que la suspensión de las ejecuciones sea más urgente que nunca”, ha dicho Malcolm Smart, director del Programa Regional para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional. En 2007 hubo un marcado aumento de las ejecuciones: en total fueron ejecutadas al menos 158 personas, frente a las 39 ejecuciones de las que tuvo noticia Amnistía Internacional en 2006. En 2008, Amnistía Internacional ha registrado otras 71 ejecuciones hasta finales de agosto, y la organización teme que pueda haber una nueva oleada de ejecuciones en las próximas semanas, una vez terminado el mes sagrado de ramadán. “El gobierno de Arabia Saudí continúa utilizando frecuentemente la pena de muerte, frente a la creciente tendencia internacional hacia su abolición”, ha dicho Malcolm Smart. “Además, la pena capital se aplica de forma desproporcionada y discriminatoria, por motivos de nacionalidad o etnia, a trabajadores extranjeros sin recursos económicos y a ciudadanos saudíes que no tienen apoyo familiar u otro tipo de contactos que, por fortuna, ayudan a otros a evitar la ejecución”. Con demasiada frecuencia, los acusados, especialmente los trabajadores migrantes pobres procedentes de países en desarrollo de África y Asia, no tienen abogado defensor ni pueden seguir las actuaciones del tribunal, que se desarrollan en árabe. Ellos y muchos saudíes que también son ejecutados no tienen acceso a figuras influyentes, como autoridades o jefes de tribu, ni tienen dinero, factores ambos que son cruciales para conseguir el indulto. “El proceso por el cual se impone y se ejecuta la pena de muerte es duro, secreto en su mayor parte y muy injusto. Los jueces –siempre hombres–, tienen facultades para aplicar a discreción su criterio y pueden dictar sentencias de muerte por delitos vagamente descritos y no violentos”, ha dicho Malcolm Smart. “Algunos trabajadores migrantes incluso desconocían haber sido condenados a muerte hasta la misma mañana de su ejecución”.   La ejecución suele ser mediante decapitación, por lo general en público. En algunos casos, tras la ejecución la víctima es crucificada. Arabia Saudí es uno de los pocos Estados del mundo que tiene una elevada tasa de ejecución de mujeres. También es uno de los pocos en los que se ejecuta a personas por delitos cometidos cuando tenían menos de 18 años, vulnerando así el derecho internacional. “Es hora ya de que el gobierno saudí asuma sus responsabilidades en este asunto y respete sus obligaciones en virtud del derecho internacional”, ha dicho Malcolm Smart. “Como miembro del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, el gobierno debe invertir rápidamente esta horrible tendencia y ajustar las prácticas legales y judiciales de Arabia Saudí a las normas internacionales. Debe prohibir la pena de muerte a menores, garantizar juicios con garantías, resolver la discriminación endémica y recortar las facultades discrecionales de los jueces para utilizar este castigo cruel, inhumano y degradante. ”

Nota a los periodistas: Amnistía Internacional lleva más de un cuarto de siglo documentando el amplio uso de la pena de muerte en Arabia Saudí. Este informe es la última evaluación de la organización tras los cambios legales, judiciales y de derechos humanos introducidos en los últimos años en el país. Sin embargo, la organización no ha conseguido poder realizar una visita de investigación a Arabia Saudí. Pueden concertar entrevistas y ruedas informativas –en inglés, francés y árabe– con los expertos de Amnistía Internacional en Arabia Saudí. Si desean más información, pónganse en contacto con Nicole Choueiry, encargada de prensa para Oriente Medio y Norte de África, llamando al teléfono +44 (0) 7831 640 170, o +44 (0) 207 413 5511.