Llamamiento para la acción con motivo del Día Mundial del Refugiado el 20 de junio

En el Día Mundial del Refugiado de este año, en que se conmemora el 60º. aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos, Amnistía Internacional pide a los Estados que consoliden el derecho de todas las personas en situación de persecución a buscar asilo y a disfrutar de él, tal como reconoce el artículo 14 de la Declaración Universal.

Casi dos millones de refugiados iraquíes que huyen de los asesinatos, los secuestros, las torturas y los malos tratos viven actualmente en Siria y Jordania.

En la región del Mediterráneo, los solicitantes de asilo y los inmigrantes siguen muriendo en el mar en su intento desesperado por llegar a Europa. Estos son dos de los muchos problemas relacionados con los refugiados que tiene el mundo actualmente.

Mientras tanto, las puertas se están cerrando silenciosamente. Las personas que huyen de Irak tienen ahora restricciones en la concesión de visados cuando tratan de entrar en Jordania y en Siria. Suecia, país que acoge al mayor número de refugiados iraquíes de Europa, ya ha cambiado su política y está devolviendo a refugiados a zonas muy peligrosas de su país de origen. En la región del Mediterráneo, países de la Unión Europea como España participan en operaciones de interceptación y en medidas conjuntas de control de la inmigración con países del norte y el oeste de África. Se está devolviendo a personas a las terribles situaciones de las que intentaban desesperadamente escapar.

Hace falta con urgencia ayuda internacional para los refugiados iraquíes que están en Siria y Jordania, las contribuciones a las agencias de la ONU que trabajan con refugiados procedentes de Irak son insuficientes. En mayo de 2008, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) hizo un nuevo llamamiento para que se aumentara la financiación destinada a su labor en Irak. La agencia citó un déficit de 127 millones de dólares para programas de asistencia sin los cuales puede que haya que reducir programas de asistencia para la salud y de alimentos, lo que obligaría a muchos iraquíes a sufrir más miseria y aumentaría la probabilidad de que se incrementen las tasas de desnutrición y de trabajo infantil.

Un total de 147 países son partes de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 (la Convención de los Refugiados) o de su Protocolo, los principales instrumentos internacionales de protección de los refugiados.

Amnistía Internacional pide a los gobiernos del mundo que garanticen que sus acciones y políticas no van en detrimento de la protección que ofrece la Convención y otros instrumentos internacionales. La organización cree también que los Estados no deberían proteger únicamente los derechos de los refugiados que están en sus respectivas jurisdicciones, sino también ayudar a otros países a abordar estas situaciones de refugiados a gran escala.

Amnistía Internacional pide a la Unión Europea que respete todas sus obligaciones para con los refugiados, garantizando que sus controles fronterizos no obligan a los solicitantes de asilo, ni directa ni indirectamente, a regresar a países de tránsito donde podrían ser objeto de detenciones arbitrarias, expulsiones colectivas, devolución -como en el caso de varios países del norte y el oeste de África- e incluso ser abandonados en el desierto sin agua ni alimentos.

La organización pide también a la Unión Europea que garantice que en el desarrollo de su sistema común de asilo, todos los solicitantes de asilo bajo la jurisdicción de sus Estados miembros tienen acceso a procedimientos de asilo imparciales y satisfactorios con independencia de su país de origen o de tránsito, y que se pone fin al uso de procedimientos de asilo acelerados inadecuados. Amnistía Internacional insta a los Estados a que aumenten el uso del reasentamiento como una de las diversas herramientas que existen para el reparto de la responsabilidad con el fin de aliviar la carga de los Estados receptores y ofrecer a los refugiados una solución duradera. Para muchos refugiados, el reasentamiento es la única forma de asegurar que tienen acceso a derechos básicos como la educación, la atención médica y una vivienda adecuada. Para algunos, su enfermedad, discapacidad o trauma hacen que no tengan acceso a una atención adecuada en sus países de asilo. Sólo nueve países tienen, tradicionalmente, programas amplios de reasentamiento, aunque recientemente se les han unido países en desarrollo como Chile, Burkina Faso y Brasil, que han comenzado a reasentar a pequeños números de refugiados. Amnistía Internacional pide que otros Estados se incorporen a esta lista.

Por último, Amnistía Internacional insta a los Estados a que, en colaboración con el ACNUR, desarrollen una forma efectiva de compartir la responsabilidad de grandes números de refugiados cuando surjan situaciones urgentes.

La respuesta a este doloroso problema no puede ser aceptar el sufrimiento humano y dar la espalda a personas que padecen circunstancias trágicas, sino asumir una mayor responsabilidad respecto de este problema global, de un modo global.

FIN/ Documento público **************************************** Si desean más información, pueden llamar a la oficina de prensa de Amnistía Internacional en Londres (Reino Unido), teléfono  +44 (0) 20 7413 5566 o correo electrónico: [email protected] Amnistía Internacional, Secretariado Internacional, 1 Easton St., London WC1X 0DW (Reino Unido) www.amnesty.org