Europa niega la evidencia sobre su participación en las entregas extraordinarias y detenciones secretas estadounidenses

Amnistía Internacional ha advertido hoy, 24 de junio, de que no se ha tomado ni una sola medida para impedir que Europa vuelva a participar en el programa de entregas extraordinarias y detenciones secretas, y ha pedido que se inicien con urgencia investigaciones independientes.

El informe de Amnistía Internacional Negar la evidencia: La participación de Europa en las entregas extraordinarias y detenciones secretas publicado hoy, arroja nueva luz sobre el alcance de la participación europea en los programas de entregas extraordinarias y detenciones secretas encabezados por Estados Unidos y sobre el hecho de que los Estados europeos continúan sin admitir ni investigar las violaciones de derechos humanos cometidas por sus ciudadanos o en su territorio.   “Los gobiernos europeos niegan lo evidente y llevan demasiado tiempo soslayando la verdad”, ha afirmado Amnistía Internacional. “Hay un marcado contraste entre su participación en las entregas extraordinarias y detenciones secretas y sus afirmaciones de que actúan de forma responsable en la lucha contra el terrorismo”.

En el informe se destacan seis casos -que se ocupan de lo ocurrido a 13 personas- e información sobre la participación de Estados de Europa, que va desde permitir la utilización de espacio aéreo y aeropuertos europeos para vuelos de la CIA que realizaban recorridos para hacer entregas extraordinarias, hasta acoger centros secretos de detención (o “agujeros negros”). En el informe se pide también que se tomen medidas coordinadas en el ámbito europeo para garantizar que no se repiten estas violaciones de derechos humanos.

Seis de las personas entregadas desde Europa continúan recluidas de forma ilegal en Guantánamo, Cuba; otra permanece recluida en Egipto tras un juicio injusto celebrado ante un tribunal militar. Todas las víctimas de entregas y detenciones secretas entrevistadas por Amnistía Internacional afirman haber sido torturadas o sometidas a otros malos tratos.

“Cada vez hay más indicios de la participación europea en el programa estadounidense de entregas extraordinarias, lo que reafirma la necesidad urgente de tomar medidas para evitar que Europa vuelva a ser cómplice de estos hechos”, ha manifestado Amnistía Internacional.

La organización señaló que un Estado es responsable de infringir el derecho internacional si ayuda deliberadamente a otro Estado a cometer una violación de derechos humanos. Todo agente europeo que haya participado a sabiendas en el programa de entregas extraordinarias o detenciones secretas de la CIA ha incumplido las obligaciones jurídicas contraídas por su Estado, tanto si su función ha sido activa como pasiva y al margen de si otras personas de su gobierno autorizaron o no sus actividades.

“Existe una laguna con respecto a la rendición de cuentas: las personas responsables de los secuestros y traslados ilegales aún no han rendido cuentas por su actuación”, ha declarado Amnistía Internacional.

El ciudadano alemán Khaled el Masri, por ejemplo, fue aprehendido en Macedonia antes de ser entregado a Estados Unidos y posteriormente trasladado a Afganistán, en donde afirma que permaneció recluido en secreto, fue golpeado e interrogado por agentes estadounidenses y sometido a interrogatorio por un hablante nativo de alemán llamado “Sam”. Después de cuatro meses, una noche agentes de Estados Unidos lo trasladaron en avión a Albania, lo llevaron en un vehículo a un apartado camino rural y le dijeron que se alejase andando: “Mientras caminaba temía que me dispararan por la espalda y me dejaran allí hasta que muriera”. Sin embargo, salieron a su encuentro unos agentes albaneses armados que lo metieron en un avión con rumbo a Alemania. Han pasado más de cuatro años y su detención aún no se ha admitido oficialmente ni ha recibido una reparación por las violaciones de derechos humanos sufridas. Las personas responsables, en Europa y Estados Unidos, nunca han rendido cuentas.   “Aunque hay fiscales individuales que están intentando investigar y garantizar la rendición de cuentas por las violaciones de derechos humanos cometidas en el pasado, los gobiernos europeos han alegado razones de seguridad nacional o secreto de Estado para obstaculizar esas investigaciones.”

Amnistía Internacional ha afirmado que se han dado en Europa casos en los que familias con parientes en paradero desconocido ignoraban si estaban detenidos o en dónde se encontraban, y mientras Estados europeos habían interrogado de hecho a los detenidos en prisiones extranjeras y ocultaban tanto su paradero como la suerte que habían corrido.

“Un europeo que interroga a un detenido sabiendo que se encuentra en una situación de dolor y sufrimiento persistentes corre el riesgo de ser cómplice de la tortura”, ha afirmado Amnistía Internacional. “Cuando un Estado se niega a reconocer la detención de una persona que ha desaparecido o a revelar su paradero, esta negativa también viola los derechos de la familia de esa persona”.

Amnistía Internacional ha dado a conocer un plan de seis puntos para poner fin a la participación europea en las entregas extraordinarias y detenciones secretas. El plan hace un llamamiento a los Estados para que condenen estas prácticas; inicien investigaciones independientes sobre todos los casos en los que han intervenido agentes europeos o se ha utilizado territorio europeo; procesen a los responsables; garanticen la supervisión de los servicios de información; se nieguen a realizar o facilitar el traslado de personas detenidas a otro Estado sin la supervisión judicial adecuada; y ofrezcan reparaciones a las víctimas.

Entre otras recomendaciones se pide también que toda aeronave que solicite autorización para transitar o hacer escala en el territorio de un país europeo indique si alguno de sus pasajeros está privado de libertad y, en ese caso, cuál es su condición, destino y el fundamento jurídico de su traslado.

Amnistía Internacional ha reiterado que los gobiernos tienen la obligación de proteger a la población frente a los ataques terroristas, pero que deben hacerlo en el marco de los derechos humanos y conforme a las normas del derecho internacional. Las entregas extraordinarias y detenciones secretas socavan estas medidas porque limitan la capacidad de los Estados para procesar a los responsables de actos de terrorismo.

“El apoyo de los gobiernos a las actividades destinadas a eludir el escrutinio de la opinión pública debilita el Estado de derecho, que es la base de la verdadera seguridad”, ha afirmado Amnistía Internacional.

Pueden consultar el informe íntegro Negar la evidencia: La participación de Europa en las entregas extraordinarias y detenciones secretas aquí.

Encontrarán información detallada sobre los seis casos que se mencionan en el informe aquí.

Pueden consultar el documento Seis pasos para poner fin a las entregas y la detención secreta en Europa aquí.

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