Vuelven a negar el visado a las esposas de dos de los “Cinco de Miami”

Dos ciudadanas cubanas no podrán visitar a sus esposos en Estados Unidos, donde se encuentran cumpliendo largas penas de cárcel, al habérseles negado por novena vez consecutiva los visados temporales necesarios para hacerlo.

Los esposos de Adriana Pérez y Olga Salanueva forman parte del grupo denominado los “Cinco Cubanos” o los “Cinco de Miami”. René González y Gerardo Hernández están encarcelados en Estados Unidos desde 1998. Los declararon culpables de “actuar como agentes no acreditados de un gobierno extranjero” y de cargos conexos.

En agosto de 2005, un tribunal de apelación anuló las sentencias condenatorias impuestas a todos los miembros del grupo, y se ordenó que los volvieran a juzgar, por considerar que la hostilidad generalizada hacia los cubanos procastristas en Miami (ciudad donde se celebró el juicio) había perjudicado a los acusados.

El 9 de agosto de 2006, la Corte de Apelaciones del Undécimo Circuito revocó esta resolución al considerar que la selección del jurado no revelaba ningún tipo de prejuicio.

La última vez que se denegó a Adriana Pérez una solicitud de visado fue en enero de 2009 por “no reunir las condiciones” exigidas en la Ley de Reforma de Concesión de Visados y Reforzamiento de la Seguridad Fronteriza, promulgada en 2002. En esta ley se restringe la “expedición de visados a las personas no inmigrantes procedentes de países que promueven el terrorismo internacional”

A Olga Salanueva le denegaron la última vez su solicitud de visado por haber sido expulsada de Estados Unidos en noviembre de 2000. Le han dicho que no puede volver a solicitarlo.

Algunos familiares cubanos de los cinco presos han obtenido visados de visita, pero las autoridades estadounidenses han tardado mucho tiempo en notificárselo: entre un par de meses y dos años.

Antes de su expulsión en el año 2000, durante el juicio contra René González, Olga Salanueva residía legalmente en Estados Unidos. En marzo de 2002 le concedieron un visado para visitar a su esposo, pero se lo revocaron el 23 de abril de ese mismo año, poco antes de la fecha prevista para el viaje.

En 2002, Adriana Pérez obtuvo un visado para visitar a su esposo, pero fue detenida a su llegada a Estados Unidos y expulsada once horas después.

Desde hace siete años, las autoridades estadounidenses vienen denegando las sucesivas solicitudes de visado presentadas por las dos mujeres. Los motivos aducidos se basan en la afirmación de que constituyen una amenaza para la seguridad nacional. Sin embargo, no se han presentado cargos contra ninguna de ellas en relación con esta afirmación, ni tampoco pruebas creíbles que la sustenten.

Las razones aducidas para negarles visados temporales han variado a lo largo de los años, circunstancia que pone de relieve la incoherencia de las autoridades a la hora de justificar la prohibición de las visitas.

Desde 2002, Amnistía Internacional ha planteado la cuestión en repetidas ocasiones a las autoridades estadounidenses, pues considera que no permitir a los reclusos que reciban visitas de sus esposas es una medida punitiva innecesaria que vulnera las normas sobre el trato humano debido a los presos y la obligación de los Estados de proteger la vida familiar.

La organización ha señalado que en este caso considera el castigo especialmente duro, dadas las largas penas impuestas a ambos hombres (15 años de cárcel a René González y cadena perpetua a Gerardo Hernández) y las cuestiones que se han planteado sobre si las sentencias condenatorias se dictaron en un juicio con las debidas garantías.

Amnistía Internacional ha instado a las autoridades a que revisen estas restricciones y ha llamado la atención del gobierno estadounidense sobre las normas internacionales que subrayan la importancia de la familia y el derecho de todos los presos a mantener contacto con sus parientes y a recibir visitas.

La organización ha indicado que negar de manera indefinida o permanente a los presos cuyas familias viven fuera de Estados Unidos las visitas de sus parientes más cercanos es un castigo demasiado severo.

Amnistía Internacional ha pedido al gobierno estadounidenses que conceda a las dos mujeres un visado de visita temporal en cuanto vuelvan a solicitarlo.