En una enorme muestra de apoyo, el 3 de octubre de 2017 más de 1.000 estudiantes de secundaria protestaron en Trondheim (Noruega) contra la amenaza del gobierno de expulsar a Afganistán a su compañera de clase, Taibeh Abbasi. Este es el emotivo discurso de Taibeh durante la manifestación.

Estimados amigos y amigas:

En primer lugar, y ante todo, me gustaría dar las gracias a todos los que han venido hoy.

Durante mucho tiempo he tenido un futuro incierto.

No sabía lo que pasaría en una semana, en un mes o en un año, y esta incertidumbre me destruía cada día.

Pero no significa que me hiciera más débil. Al contrario, ¡me hizo más fuerte!

Ir a la escuela me dio esta fuerza.

Durante cinco años he aprendido muchas cosas. Y este aprendizaje me ha ayudado a perseguir mis sueños

Yo soy la niña que siempre soñó con ir a la escuela.

Yo soy la niña a la que durante años, cuando vivía en Irán, trataron de forma injusta.

Solía asomarme a la ventana y mirar a las niñas iraníes que iban a la escuela.

Mi mayor sueño era ser como ellas, aprender y tener una educación.

Soñaba que aprendía a agarrar bien un lápiz y a escribir correctamente. Así que mis hermanos y yo nos sentábamos en casa y leíamos libros.

Los refugiados afganos en Irán no tienen prácticamente ningún derecho. Recuerdo lo doloroso que fue que no dejaran a mis hermanos jugar al fútbol con los niños iraníes; tenían que llevar una camiseta diferente y usar otra pelota.

Yo soy la niña que cruzó montañas y fronteras a pie en busca de una vida mejor.

Noruega era un país lejano. Pero nos dieron la bienvenida desde el principio. Me gustó Noruega, a pesar de que echaba en falta a mi madre y a mi hermano pequeño.

Me sentí aliviada. Sentí que aquí tenía un futuro.

Asimilé cada impresión, el idioma, la cultura, el modo de vida. Los otros niños [del centro de acogida] se cansaron de mi motivación.

Yo sentía que estaba en un país que me ofrecía muchas posibilidades, un país en el que había un futuro para mí.

En los últimos años mi familia y yo hemos vivido en Trondheim.

Nos sentimos parte de la sociedad, en la escuela, en el campo de fútbol, en el trabajo y en la mezquita.

Tenemos muchos amigos.

Hemos hecho lo que el Estado noruego nos dijo que hiciéramos: ¡nos hemos integrado!

El proceso de asilo ha sido duro para nuestra familia.

En los últimos años, desde que se revocó nuestro derecho a permanecer en Noruega, hemos vivido en un estado de incertidumbre constante.

La noche que la policía vino por primera vez para echarnos del país me marcó como persona.

Nos mostró una nueva cara de Noruega que me hubiera gustado que no existiera. Mi madre se puso enferma. Mis hermanos estaban aterrorizados y dormían mal por la noche. Mis días y mis noches se volvieron oscuros.

Perdí la fuerza que me había dado ir a la escuela y sentirme como los demás.

¡Estoy orgullosa de que todavía estemos aquí hoy!

Mi hermano mayor ha acabado la educación secundaria y tiene un buen trabajo.

Yo estoy en el último curso en [la escuela de secundaria] Thora Storm y mi hermano pequeño tiene muchos amigos y es tan bueno jugando al fútbol que ha jugado con el equipo regional de Trøndelag.

Tenemos muchos amigos que sabemos que se preocupan por nosotros, y por los que nos preocupamos.

En Kabul no hay futuro para mí ni para mis hermanos.

Vamos a un país en el nunca hemos estado.

Una vez más, estaremos expuestos a sufrir discriminación y a sentir físicamente lo que es ser una minoría vulnerable.

No vamos a vivir en paz.

No vamos a tener una vida.

Por ser mujer estoy especialmente expuesta. Será el fin de mi sueño de tener una educación y una profesión.

Me he convertido en un recurso para la sociedad noruega.

Como mujer independiente tendré que someterme a una sociedad machista.

Hoy en Afganistán, los niños, y especialmente las niñas, son víctimas de secuestros, violaciones, matrimonios forzados, abusos y otras cosas terribles.

Si me devuelven a Afganistán, yo podría ser uno de esos casos. Mis hermanos también se sienten noruegos. Ven un futuro negro en Afganistán.

¡Estamos emocionados y agradecidos por todo el apoyo y cariño que estamos recibiendo!

Especialmente, quiero dar las gracias a los estudiantes que organizaron la manifestación, que pusieron en marcha todo esto de forma voluntaria y por iniciativa propia, por todo lo que han hecho por mí y mi familia.

Gracias a todos en [las escuelas de secundaria] Thora y Rosenborg por la fuerza y la esperanza que nos han dado.

Gracias al equipo de fútbol en Vestby, a nuestros amigos y a quienes nos apoyan. ¡Gracias a todos!

Por favor, Noruega:

¡No nos devuelvas a mí y a mi familia a Afganistán!

¡Déjanos vivir en paz en Noruega!

¡Danos un futuro!
El 4 de octubre de 2017, al día siguiente del discurso de Taibeh, Amnistía Internacional publicó un informe en el que muestra cómo los gobiernos europeos, entre ellos el de Noruega, han forzado a casi 10.000 solicitantes de asilo de nacionalidad afgana a volver a su país, donde corren peligro de sufrir tortura, e incluso de muerte. La campaña para detener sus expulsiones continúa.