Respeten los derechos indígenas en el territorio wet’suwet’en 

Canadá debe retirar los cargos presentados contra las personas defensoras de la tierra criminalizadas que protegen el territorio wet’suwet’en frente a la construcción de un gasoducto y defienden su derecho a decidir qué pasa en sus tierras ancestrales. 

¿Cuál es el problema? 

Los jefes y jefas de la Nación Indígena Wet’suwet’en llevan mucho tiempo oponiéndose a la construcción de un gasoducto a través de sus tierras. Sin embargo, la empresa del gasoducto (Coastal GasLink) y las autoridades canadienses lo están construyendo en cualquier caso, sin el consentimiento libre, previo e informado de la Nación y sin abordar sus inquietudes.

El gasoducto ya ha causado destrucción ambiental y apartado al pueblo Wet’suwet’en de su territorio ancestral. Le impide realizar muchas de sus actividades tradicionales, como cazar y pescar, porque las obras han dañado el bosque.

El acceso a una gran parte de la tierra está restringido excepto para la empresa del gasoducto, su empresa de seguridad privada y la policía canadiense. A menudo, al acceder a su tierra las personas wet’suwet’en son intimidadas y hostigadas por la policía canadiense y la empresa de seguridad privada. Sus cabañas han sido incendiadas, la policía ha efectuado registros en sus campamentos y confiscado sus pertenencias y las mujeres han sufrido hostigamiento por motivos de género, entre muchas otras cosas.

Se ha sometido a vigilancia, intimidado y detenido a defensores y defensoras de la tierra que actúan para proteger su territorio y detener la construcción del gasoducto. Ahora varias de estas personas se enfrentan a cargos y, posiblemente, a penas de prisión. La Nación Wet’suwet’en tiene derecho a decidir qué formas de desarrollo económico se llevan a cabo en sus tierras ancestrales mediante el consentimiento libre, previo e informado. Tiene derecho a vivir con seguridad, sin que su población sea vigilada, hostigada, criminalizada ni sometida violencia de género. La continuación de la construcción del gasoducto es ilegítima y poco ética.

La empresa del oleoducto dijo a Amnistía Internacional que creen que consultaron con el pueblo Wet’suwet’en, pero nuestro análisis determinó que el proceso de consulta fue defectuoso y no se ajustaba a las normas internacionales.

El gobierno canadiense debe hacer lo siguiente:  

  • Retirar inmediatamente los cargos que pesan contra las personas defensoras de la tierra criminalizadas que se oponen al gasoducto Coastal GasLink; 
  • Detener la construcción del gasoducto Coastal GasLink que atraviesa el territorio wet’suwet’en sin el consentimiento libre, previo e informado del pueblo Wet’suwet’en;  
  • Dejar de perseguir otros megaproyectos en territorios indígenas sin llevar a cabo una consulta genuina y obtener el consentimiento libre, previo e informado de los pueblos indígenas. 

¿Qué puedes hacer para ayudar?

Envía un correo electrónico al gobierno de Canadá ahora mismo para trasladarle estas demandas.