Alumnos y alumnas de colegios de todo el mundo han enviado mensajes de solidaridad a los miles de niños y niñas detenidos y separados de sus familias en la frontera estadounidense como consecuencia de las indignantes políticas sobre inmigración de la administración Trump.
Cientos de escolares de Argentina, Burkina Faso, India, Kenia, Senegal, Tailandia, Togo y Venezuela participaron en la iniciativa prevista para el 30 de junio, Día Mundial de Acción contra la política de inmigración de “tolerancia cero” del gobierno estadounidense. Esta política inhumana ha causado la detención de solicitantes de asilo que han entrado en el país desde México y el traslado forzoso de sus hijos e hijas, en algunos casos a albergues del gobierno alejados miles de kilómetros.
Escolares de entre 9 y 16 años tomaron lápiz y papel para infundir esperanza en los niños y niñas detenidos, y para instar a las autoridades estadounidenses a que respeten los derechos de los niños y niñas y de las personas solicitantes de asilo. La acción, organizada por el programa de Educación en Derechos Humanos de Amnistía Internacional, tiene por objeto empoderar a niños y niñas para que se expresen y se hagan oír sobre esta cuestión fundamental.
“Te llegará la libertad. ¡No te rindas! Estaremos contigo pase lo que pase”, dice el mensaje de una adolescente del sur de Tailandia.
“El hijo o hija de una persona refugiada es como el hijo o hija de un presidente”, dice otro mensaje, escrito por una niña de Kenia, cuyos compañeros y compañeras de clase muestran carteles en los que se lee: “Soy un niño/niña, respeta mis derechos”, “Soy un niño/niña, respeta mi dignidad” y “Pedir asilo no es un delito”.
En Venezuela, una niña dibujó un perro en una jaula, como alusión a los niños y niñas detenidos en jaulas gigantes mientras se tramitan las solicitudes de asilo de sus padres y madres. Su mensaje: “No somos animales”.
El 20 de junio, el presidente Trump firmó una orden ejecutiva en la que afirmaba que iba a poner fin a la separación de las familias, tras la indignación general suscitada tanto en el ámbito nacional como en el internacional. Sin embargo, esta orden poco hace para poner fin a la política de separación de familias y nada para reunir a los más de 2.000 niños y niñas separados a la fuerza de sus progenitores, sino que reafirma la cruel política de detener y enjuiciar a familias que buscan seguridad.
“Las autoridades estadounidenses deben liberar de inmediato a las familias que aspiran a solicitar asilo y respetar su derecho a hacerlo en condiciones justas y humanas”, dice Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional. “Ningún menor de edad debe ser arrancado de los brazos de su padre o su madre ni obligado a crecer entre rejas. Es hora de acabar definitivamente con las prácticas inhumanas de separar y detener a las familias”.
Amnistía Internacional imprimirá los mensajes de solidaridad y los entregará a los niños y niñas detenidos y separados, así como a los funcionarios encargados de separar a las familias.