Hace un mes, recibimos la gran noticia de que Ahmed H regresaba por fin a casa con su familia, en Chipre, después de cuatro largos años de detención en Hungría.
Ahmed nos contó cómo era su vida de vuelta en casa, recuperando la vida familiar, y qué le ayudó a seguir adelante en esa celda en Hungría.
Cómo comenzó todo
En 2015, Ahmed tuvo que marcharse de casa y dejar a su esposa y a sus dos hijas de corta edad en Chipre para ayudar a atravesar Europa a sus ancianos padres, que habían huido de la guerra en Siria.
Pero se encontraron bloqueados, junto con cientos de personas refugiadas más, en la frontera con Hungría, y cuando algunas de ellas trataron de abrirse paso por una valla, estallaron los enfrentamientos. La policía húngara respondió utilizando gas lacrimógeno y agua a presión, y causó lesiones a decenas de personas. En las imágenes publicadas en la prensa se ve claramente a Ahmed con un megáfono pidiendo calma tanto a la policía como a la multitud, pero la frustración hizo que algunas personas, entre ellas Ahmed, empezaran a lanzar piedras. Ahmed fue detenido, al igual que otras personas, pero sólo él fue acusado de un “acto de terrorismo”.
Amnistía no fue la única que pensó que las acusaciones eran absurdas: la ONU, el Parlamento Europeo y el Departamento de Estado estadounidense expresaron preocupación por la imputación indebida y deliberada de cargos de terrorismo en el caso de Ahmed.
La declaración de culpabilidad nos dejó conmocionados. Era evidente que iban a utilizar a Ahmed en la campaña del gobierno húngaro contra la inmigración. Su familia quedó destrozada. ¿Cómo era posible que su intento de ayudar a su familia a encontrar refugio en Europa terminase así?
Conservar la fe
Ahmed pasó más de tres años en una prisión húngara, pero su pesadilla no acabó tras ser excarcelado. Chipre se negó a permitirle regresar y Ahmed tuvo que soportar ocho meses más en un centro de reclusión para inmigrantes.
En toda Europa se emprendieron acciones en su favor. Más de 100.000 personas se pronunciaron en contra de su declaración de culpabilidad y 24.000 personas participaron en la campaña #BringAhmedHome, en la que se pedía a Chipre que le permitiera volver con su familia.
Ahmed dice que es imposible exagerar lo que ese apoyo significó para él.
Mi esposa me contaba por teléfono todas las noticias y la solidaridad de todas las personas que me apoyaban. Estoy muy agradecido a todas ellas. Dios las bendiga a todas y les dé felicidad y salud.
Doy las gracias a Amnistía Internacional por luchar por mis derechos. Todas las acciones que emprendió la gente, fueran grandes o pequeñas, para mí tuvieron una gran importancia porque ayudaron a mostrar la verdad.
Esta clase de apoyo ayuda a una persona a seguir adelante en momentos de desesperación. Ahmed dice que siempre tuvo fe en que volvería con su familia:
Rezaba cada día para reunirme con mi familia lo antes posible porque siempre estaban en mis pensamientos. Pero nunca perdí la esperanza porque confío en Dios.
Vida familiar
Mis hijas han crecido demasiado, pero siguen siendo mis niñas. Soy cuatro años más viejo y no nos hemos visto en cuatro años, pero este sigue siendo mi hogar.
Ahmed H.
Ahmed dice que, cuando llegó por fin la noticia de que volvía a casa, a Chipre, fue una “sensación increíble”.
Sabiendo que en cuestión de horas iba a poder abrazar de nuevo a mis hijas y verlas en persona a ellas y a mi esposa, no podía esperar a abrazarlas y besarlas. Me sentí en el paraíso; estaba muy contento.
Por ahora, Ahmed disfruta de nuevo de la vida familiar y de la pequeña felicidad de volver a pasar tiempo juntos. Regresó a casa a tiempo para celebrar su cumpleaños con su familia, así como el décimo cumpleaños de su hija mayor, que tenía sólo cinco años cuando se fue de casa, en agosto de 2015.
Mis hijas han crecido demasiado, pero siguen siendo mis niñas. Soy cuatro años más viejo y no nos hemos visto en cuatro años, pero este sigue siendo mi hogar.
La vida cotidiana ahora consiste simplemente en ver a mi familia y amistades, descansar y volver a comer cosas nutritivas y jugar con mis hijas. ¡Hago todos los favores que me piden! Simplemente disfruto de estar con ellas otra vez.
¿Qué le depara ahora el futuro a Ahmed? Nunca debió haber sido acusado de un “acto de terrorismo”, para empezar, y seguiremos luchando para limpiar su nombre.
Para Ahmed, su propósito es simple:
Lo siguiente que voy a hacer es mantener a mi familia y estar aquí para ellas otra vez.