Bosnia y Herzegovina

Amnistía Internacional no se pronuncia sobre cuestiones de soberanía o disputas territoriales. Las fronteras trazadas en este mapa se basan en datos del servicio Geospatial de la ONU.
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Bosnia Y Herzegovina 2024

La tipificación de la difamación como delito en la República Srpska y la adopción de medidas cada vez más restrictivas en todo el país se reflejaron en un importante descenso de Bosnia y Herzegovina en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa. Persistía la discriminación generalizada contra la comunidad romaní y contra las personas retornadas de la guerra de Bosnia. Mejoraron las condiciones de acogida de las personas refugiadas y migrantes. Persistieron la negación del genocidio y el enaltecimiento de criminales de guerra convictos.

Información general

Bosnia y Herzegovina continuaba en un estado de profunda división e inestabilidad política. En mayo, la República Srpska decidió elaborar un proyecto de acuerdo de “desvinculación pacífica” de la Federación de Bosnia y Herzegovina y aprobó legislación propia por la que se creaban estructuras jurídicas e institucionales paralelas, que contravenían la Constitución de Bosnia y Herzegovina. El alto representante de la ONU para Bosnia y Herzegovina, Christian Schmidt, acusó a las autoridades de la República Srpska de continuar “subvirtiendo activamente” el Estado.

En marzo, la Unión Europea (UE) entabló negociaciones con Bosnia y Herzegovina para su adhesión, un gran hito a pesar de la falta de avances en la introducción de reformas fundamentales. Al no aprobar las autoridades el borrador del programa de reformas para 2024-2027, Bosnia y Herzegovina fue el único país de los Balcanes Occidentales que quedó fuera del plan de crecimiento de la UE para la región.

En las elecciones locales de octubre, los grandes partidos nacionales conservaron la mayoría de las asambleas municipales, pero los partidos de oposición tuvieron más éxito en los centros urbanos.

En octubre, tras una prolongada ola de calor estival, lluvias torrenciales sin precedentes causaron inundaciones y corrimientos de tierra, con el resultado de 26 personas muertas y cientos de viviendas destruidas en municipios de todo el país.

Libertad de expresión y de asociación

Fueron frecuentes los ataques a periodistas en forma de agresiones y amenazas verbales, vertidas incluso por funcionarios públicos.

En enero entraron en vigor reformas del Código Penal de la República Srpska por las que se tipificaba la difamación como delito.

Según las conclusiones de una investigación periodística publicada en junio, las últimas reformas jurídicas y las medidas cada vez más restrictivas impuestas con la excusa de combatir la desinformación habían reducido la libertad de expresión, sobre todo en redes sociales, tanto en la República Srpska como en la Federación de Bosnia y Herzegovina.

En abril, el relator especial de la ONU sobre el derecho a la libertad de reunión pacífica y de asociación pidió a las autoridades que revocaran urgentemente las leyes y prácticas restrictivas que ponían en peligro el espacio cívico, la cohesión social y las instituciones democráticas.

A lo largo del año se celebraron sin restricciones manifestaciones en favor de Palestina.

En mayo, el gobierno de la República Srpska retiró del procedimiento de aprobación parlamentaria su controvertida Ley sobre la Inscripción Especial y la Publicidad del Trabajo de las ONG, en virtud de la cual las organizaciones sin ánimo de lucro habrían tenido que inscribirse en un registro especial, habrían sido objeto de mayor supervisión legal y habrían podido ser clasificadas como “agentes de influencia extranjera”. Milorad Dodik, presidente de la República Srpska, afirmó que esa ley volvería a presentarse tras una “mayor armonización” con las normas europeas.

Bosnia y Herzegovina cayó del puesto 64 al 81 en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa, publicada por Reporteros sin Fronteras.

Discriminación

Las disposiciones discriminatorias de la Constitución y las leyes electorales de ámbito estatal continuaban negando representación política adecuada a quienes no pertenecían a ninguno de los “pueblos constituyentes” del país: bosniaco, croata y serbio.

No hubo avances en el cumplimiento de sentencias y recomendaciones del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que había concluido que las disposiciones sobre el ejercicio compartido del poder en el país eran discriminatorias.

Las personas romaníes continuaron sufriendo discriminación y exclusión social. En su mayoría estaban sumidas en una pobreza crónica, sin vivienda adecuada y con acceso limitado a empleos formales y a servicios públicos como la asistencia médica y la educación. El Comité de la ONU para la Eliminación de la Discriminación Racial (CERD) instó a las autoridades a adoptar medidas urgentes para abordar la discriminación racial sistémica que sufría esa población.

En la Federación de Bosnia y Herzegovina persistía el consolidado sistema de “dos escuelas bajo el mismo techo” —consistente en establecer en el mismo edificio escuelas separadas y con programas de estudios distintos para el alumnado bosniaco y croata—, a pesar de que múltiples sentencias judiciales establecían que era una práctica discriminatoria.

En vísperas del 11 de julio, día elegido para conmemorar lo sucedido en Srebrenica en 1995, aumentaron los episodios de violencia contra personas internamente desplazadas y retornadas de la guerra de Bosnia de 1992-1995. Además, las personas retornadas seguían sufriendo limitaciones de acceso a educación, asistencia médica, protección social y empleo.

Violencia contra mujeres y niñas

La violencia basada en el género seguía siendo generalizada, y al menos 11 mujeres perdieron la vida a manos de su pareja o de un familiar.

En junio, el Parlamento de la Federación de Bosnia y Herzegovina aprobó la Estrategia para Prevenir y Combatir la Violencia de Género en el Ámbito Familiar 2024-2027, que tenía por objeto reforzar las medidas de prevención de la violencia, mejorar el apoyo a víctimas y sobrevivientes y establecer programas de trabajo con los maltratadores.

Derechos de las personas refugiadas y migrantes

En agosto zozobró en el río Drina, en la frontera con Serbia, un barco con 30 personas refugiadas y migrantes, en su mayoría de Siria, a bordo y murieron al menos 11 de ellas, incluida una de sólo nueve meses de vida.

Las autoridades mejoraron significativamente las condiciones de alojamiento de las personas refugiadas y migrantes en los centros de acogida, aunque el CERD expresó preocupación por la detención administrativa continuada de personas migrantes, incluidos niños y niñas.

Derecho a verdad, justicia y reparación

En mayo, la Asamblea General de la ONU aprobó una resolución para declarar el 11 de julio Día Internacional de Reflexión y Recordatorio del Genocidio de Srebrenica de 1995.1 Hubo figuras políticas de la República Srpska que continuaron negando públicamente el genocidio y los crímenes de guerra y enalteciendo a criminales de guerra convictos. El CERD pidió a las autoridades de Bosnia y Herzegovina que investigaran y enjuiciaran todos los casos de discurso de odio.

Los tribunales de la República Srpska continuaban aplicando plazos de prescripción que impedían a muchas víctimas de crímenes de guerra presentar demandas de indemnización por la vía civil, sobre todo en casos de violencia sexual, y obligaban a pagar las costas procesales a las víctimas cuyas demandas se desestimaban.

Más de 7.500 personas continuaban en paradero desconocido como consecuencia de la guerra de Bosnia.


  1. Bosnia y Herzegovina: La resolución sobre Srebrenica es un importante reconocimiento para las víctimas y sus familias, 23 de mayo ↩︎