Como institución intergubernamental cuyos Estados miembros tienen el deber de respetar, proteger y hacer realidad los derechos humanos –lo cual incluye proteger los derechos humanos frente a abusos de terceros, como por ejemplo las empresas–, el Marco de Sostenibilidad de la IFC debe establecer explícitamente que la IFC debe respetar los derechos humanos y promover el respeto de dichos derechos por parte de sus clientes.

