Siete miembros de la secta Aum Shinrikyo fueron ejecutados sin previo aviso el 6 de julio de 2018. Los otros seis hombres condenados a muerte en la misma causa siguen en peligro inminente de ejecución. Es posible que continúe la pauta de ejecutar a personas que tienen recursos de apelación u otras actuaciones aún pendientes, vulnerando así el derecho internacional.