El 19 de enero, un periodista de televisión publicó unos vídeos de cámaras de vigilancia que sugieren que la policía de Chilpancingo, estado de Guerrero, estuvo implicada en seis de los siete casos de desaparición ocurridos en el estado a finales de diciembre y principios de enero. Días después, el periodista recibió amenazas en Twitter.