Hassan Safadi y Samer al-Barq están en huelga de hambre desde el 21 de junio y el 22 de mayo, respectivamente, en protesta por su detención sin cargos. Se encuentran recluidos en régimen de aislamiento en el centro médico de una prisión de Israel donde no pueden prestarles la atención especializada que necesitan y no tienen acceso a médicos independientes.