Una serie de investigaciones revelaron que la policía había utilizado fuerza excesiva durante las detenciones y que había incumplido su deber de diligencia para con las personas detenidas.
A Amnistía Internacional le preocupa que siga sin resolverse el caso de los 433 solicitantes de asilo, entre ellos niños y mujeres embarazadas, rescatados por el carguero noruego Tampa y que actualmente están en un barco de la marina australiana que se dirige a Papúa Nueva Guinea.